La oposición política en Venezuela no logra encontrar un camino para enfrentar al presidente Hugo Chávez, legitimado en el referendo presidencial del 15 de este mes y lanzado ya a una nueva campaña para ganar las elecciones locales del 26 de septiembre.
Apenas conocido el resultado adverso en la consulta del domingo 15, la coalición opositora Coordinadora Democrática denunció ser víctima de un gigantesco fraude electrónico, a pesar de que la Organización de Estados Americanos (OEA) y el estadounidense Centro Carter para la Paz avalaron plenamente las cifras que entregó el poder electoral y la transparencia del proceso.
A medida que se desinflan sus denuncias, varios dirigentes de oposición empiezan a pasar la página del referendo y encarar la elección de 23 gobernadores de estados y 335 alcaldes en septiembre, pero sin reconocer la derrota, con lo que apuestan a sostener y quizá aumentar el 41 por ciento de electores que sufragó contra el presidente en la consulta sobre la continuidad o no de su mandato.
Chávez, quien había invitado a desayunar o almorzar, para iniciar un diálogo a los líderes de la oposición que reconociesen el resultado, dijo el domingo en su programa semanal de radio y TV que dada su imbecilidad para entender el momento que vive el país, no reconozco a la Coordinadora como órgano político de la oposición.
No podemos negociar con quien desconoce la Constitución y la voluntad del pueblo, dijo Chávez, y agregó que informará de este tema a la OEA este martes. La Coordinadora rehusó que su representatividad provenga del reconocimiento oficial.
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En Brasil, el asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Marco Aurelio García opinó que lo que está ocurriendo desde el referendo preocupa. La oposición, o una parte de ella, se pone al margen de la ley. Y eso demuestra que hay sectores de la oposición venezolana que tienen una postura golpista y antidemocrática, afirmó.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, Adam Ereli, colocó una lápida sobre las denuncias de fraude. Para enfrentar esas acusaciones, se realizó una auditoría. La auditoría no encontró ninguna base para dudar de los resultados de las elecciones, indicó el funcionario.
Aún hay preocupaciones expresadas por la oposición, incluso después de la auditoría. Así que nuestra posición es que la reconciliación es importante. Y que si la oposición tiene preocupaciones, si tiene pruebas —pruebas adicionales que no hayan sido consideradas, que no hayan sido sopesadas o tomadas en cuenta— necesita presentarlas. De lo contrario, es hora de avanzar, agregó.
Dos importantes opositores, el gobernador del petrolero y occidental estado de Zulia, Manuel Rosales, y la presidenta de la confederación empresarial Fedecámaras, Albis Muñoz, reconocieron en sus declaraciones iniciales el veredicto electoral pero luego se sumaron al coro que exige nuevas revisiones del referendo hasta despejar la última duda.
Mientras algunos portavoces de la Coordinadora llaman a rechazar las elecciones regionales hasta que se aclare el fraude, otros subrayan que no se debe dejar el camino expedito a los seguidores de Chávez para que copen todos los cargos electivos.
Con este poder electoral no debemos ir a ninguna elección, y el voto debe ser manual, reclamó Antonio Ledesma, ex alcalde socialdemócrata de Caracas y cabeza del pequeño partido Alianza Bravo Pueblo.
Pero el ex líder socialista Teodoro Petkoff, una de las voces más escuchadas de la oposición desde el vespertino que dirige, Tal Cual, advirtió a la Coordinadora que al empantanarse en la denuncia del fraude, sin otra política que ella, corre el riesgo de remachar un clima de abstención masiva y perder posiciones.
Henry Ramos, cuyo partido socialdemócrata Acción Democrática posee la mayor bancada opositora en el parlamento, dijo este lunes que lo más importante es tener una sola actitud. Sería un desastre si una parte de la Coordinadora decide ir a las elecciones regionales y otra no.
En el partido socialcristiano Copei, el secretario general César Pérez primero anunció un inminente retiro de toda elección que descalificaría al sistema venezolano, pero volvió sobre sus pasos después de que el experimentado presidente de la organización, Eduardo Fernández, advirtió que no debían apartarse de la lucha electoral.
En este momento debemos dar prioridad a la unidad, admitió Pérez.
En la base de las dificultades para una abstención opositora hay cuestiones clave. ¿Cómo le van a decir a sus líderes locales, que son o pueden ser alcaldes y hasta gobernadores, que deben sacrificarse hasta que se despeje toda duda (sobre el fraude) y mientras tanto renuncien a un triunfo cierto?, explicó a IPS el analista político Fausto Masó.
Es el caso de Alfredo Catalán, alcalde del rico municipio de El Hatillo en el sureste de Caracas. La oposición obtuvo allí una victoria contundente, pues 82 por ciento de los votantes dijeron Sí (revocar el mandato de Chávez).
No hay que entregarle el país a una sola de las partes. Ir a las elecciones regionales es otra manera de demostrar que gran parte del país no está con Chávez, y de que somos una alternativa de poder, arguyó Catalán.
El sacerdote católico Armando Janssen, de la organización de apoyo al trabajo comunitario Sinergia, crítica del gobierno, dijo que los líderes de ambos sectores deben moderar el lenguaje, tender puentes y respetar al contrario. Hay que reconocer los resultados del Consejo Electoral y buscar espacios comunes para trabajar por el país.
La psicóloga Mireya Lozada, de la no gubernamental Aquí cabemos todos, destacó a IPS que el diálogo imprescindible pasa porque la oposición respete el resultado, independientemente de que sean tramitadas sus denuncias de fraude.
Mientras la oposición se mantiene políticamente engatillada, el oficialismo retomó la campaña con miras a los comicios regionales, para aprovechar el envión aportado por su victoria en el referendo y restar tiempo para que los adversarios armen su estrategia.
Queremos que la elección se mantenga en la fecha prevista, el 26 de septiembre, remarcó el dirigente oficialista William Lara.
