UNION EUROPEA: ¿Qué hacer con los inmigrantes?

La política inmigratoria amenaza con originar una profunda división entre los países de la Unión Europea (UE), mientras la cúpula ejecutiva del bloque procura establecer una posición común.

El control de las fronteras de la UE será responsabilidad desde el 1 de noviembre del próximo comisario de Justicia y Asuntos de Interior, el italiano Rocco Buttiglione, que asumirá ese día el cargo junto con el resto de la nueva Comisión Europea, la rama ejecutiva de la organización.

Buttiglione calificó la inmigración de ”bomba de tiempo”. Los países deben trabajar de manera más estrecha para controlar la ”inundación de refugiados” y acordar criterios comunes de asilo, agregó, en una entrevista publicada esta semana por la edición alemana del diario Financial Times.

”Si los países han de pagar” a organismos comunes de la UE POR ”servicios de seguridad costera, deben tener voz en el modo en que ese dinero es utilizado”, dijo.

Compartir los costos sería una de las consecuencias previsibles del establecimiento de una política común en materia de inmigración, agregó Buttiglione, para quien sería conveniente instalar en Africa septentrional un centro de acogida de refugiados para procesar los pedidos de asilo.
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Pero esa medida sería ”contraproducente y más cara que considerar las solicitudes dentro de Europa”, advirtió el Servicio Asesor sobre Inmigración (IAS), organización que ofrece gratis asesoramiento y representación legal a inmigrantes y solicitantes de asilo.

Para que un centro tal sea aceptable, deben suministrar ”protección adecuada, acceso a asesoramiento legal independiente y competente, bienestar social durante el proceso y garantía de radicación en países de la UE a aquellos que se les conceda estatuto de refugiado o protección temporaria hasta que sea seguro el retorno al país de origen”, advirtió la IAS en un comunicado.

Las propuestas de Buttiglione serán discutidas en una reunión a la que asistirán en Florencia representantes de los gobiernos de Alemania, España, Francia, Gran Bretaña e Italia. A los gobiernos de Alemania e Italia se les ha encargado elaborar un plan conjunto de la UE contra la inmigración ilegal.

La inmigración ilegal es un problema enorme en la Italia de Buttiglione. El primer ministro Silvio Berlusconi firmó el miércoles un acuerdo con el líder de Libia, Muammar Gadafi, para que se permita a barcos italianos patrullar la costa de ese país norafricano.

Berlusconi llamó a una mayor cooperación internacional luego de la reunión, y sostuvo que el problema de la inmigración ilegal no era italiano o libio, sino europeo y africano.

La dura posición del gobierno italiano contrasta con la política de la nueva administración de España, país donde también recibe una gran cantidad de inmigrantes en sus costas.

El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero anunció a comienzos de esta semana que ofrecería una amnistía a los inmigrantes ilegales y que no obligaría a los botes que los llevan a virar antes de llegar a sus costas.

Al mismo tiempo, Madrid planea pedir a la UE más fondos para fortalecer sus controles fronterizos.

La secretaria de Inmigración del gobierno español, Consuelo Rumi, dijo al diario madrileño El País que inmigrantes ilegales con un contrato de trabajo válido serán elegibles para la amnistía.

Pero debe quedar ”muy claro” que España no dará documentos a todos los extranjeros, añadió.

El gobierno de Rodríguez Zapatero también ofrecerá permiso de residencia a los inmigrantes que delaten a aquellos que los empleen sin un contrato de trabajo legal.

Rumi exhortó a otros líderes europeos a seguir los pasos de España, dado el fracaso de las políticas anteriores. Pero ese país está virtualmente solo en sus propuestas de tolerancia hacia los inmigrantes en la UE.

Dhananjayan Sriskandarajah, del Instituto de Investigación de Políticas Públicas con sede en Londres, manifestó su apoyo al establecimiento de una política inmigratoria común para el bloque, a pesar de las diferencias soberanas existentes.

”Cada país debería tener derecho a imponer su propio régimen fronterizo, y dado el contexto de fuertes fronteras externas y leves fronteras internas de la UE, la posición italiana es comprensible”, dijo Sriskandarajah a IPS.

”Pero la cooperación entre estados de la UE y regiones vecinas también es bienvenida”, añadió la experta.

Pero, el manejo del asunto ”no puede ser sólo imponer una vigilancia más severa en las fronteras, especialmente cuando eso resulta en métodos de inmigración cada vez más desesperados, peligrosos y trágicos”, sostuvo.

”Se requiere más para atacar las causas profundas de por qué la gente se va de sus países y también para asegurar que quienes necesitan genuinamente protección tengan acceso a asilo”, advirtió Sriskandarajah.

Hasta ahora no se ha aprobado una política migratoria común porque los países más poderosos de la UE son reticentes a renunciar al control de su seguridad nacional.

La Comisión Europea propuso una estrategia de dos carriles, que consistiría en establecer, por un lado, un marco legal común para la admisión y permanencia de nacionales de terceros países, y, por otro, un procedimiento de coordinación abierta para alentar la convergencia de políticas no cubiertas por la legislación comunitaria.

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