PRENSA-ZIMBABWE: Miedo y caos en clima preelectoral

”Caos” fue el término utilizado por un grupo de investigadores para describir el estado de la prensa en Zimbabwe, en la cuenta regresiva para las elecciones parlamentarias de marzo de 2005.

El equipo enviado por el Instituto de la Prensa de Africa Austral (MISA), una organización no gubernamental con sede en Namibia, estuvo integrado por dos periodistas y un abogado de Botswana, Mozambique y Zambia, y contó con el respaldo del Proyecto para la Prensa de Africa Austral de la Friedrich Ebert Stiftung, una fundación alemana.

El objetivo era examinar de primera mano las condiciones en que trabajan los periodistas en Zimbabwe, en un clima preelectoral.

”Lo hicimos en condiciones muy difíciles y en un ambiente hostil”, relató Fernando Gonçalves, director del diario Savanah, de Mozambique.

Gonçalves lanzó el día 4 el informe del grupo, titulado ”Misión investigadora en Zimbabwe: junio de 2004”, en Johannesburgo, Sudáfrica.

Un día después de la llegada del equipo a Zimbabwe, los medios oficialistas ya estaban reclamando el cierre de la oficina local de MISA, recordó Gonçalves.

Su colega Pamela Dube, directora del diario Mokgosi, de Botswana, describió la situación de la prensa en Zimbabwe como un ”caos”. ”El terreno de batalla del gobierno contra los opositores políticos son los medios de prensa. En la lucha por el dominio de un lado y por la supervivencia de otro, la ética periodística se ve comprometida”, observó Dube.

”El ambiente político en Zimbabwe es sumamente volátil y polarizado. Los dos principales partidos políticos (el gobernante ZANU-PF, del presidente Robert Mugabe, y el opositor Movimiento por el Cambio Democrático) sólo conciben la continuación de su existencia y dominación mediante la destrucción del otro, y esto engendra violencia”, agregó Gonçalves.

El informe de MISA acusa a los medios controlados por el gobierno, prácticamente los únicos existentes, de publicar mensajes de odio contra opositores políticos.

”La violencia parece ser estimulada por mensajes de odio publicados en los medios oficialistas, en particular Zimbabwe Broadcasting Corporation (ZBC) y el principal periódico del país, The Herald”, dice el documento.

Según MISA, la prensa oficial raramente menciona actividades de la oposición, y cuando lo hace, es en términos despectivos, presentando a los líderes opositores y sus seguidores como elementos antipatrióticos y subversivos, que instigan a la violencia y quieren derrocar al gobierno.

Un ejemplo citado fue la demonización del arzobispo católico de Bulawayo, la segunda ciudad del país. El clérigo, Pius Ncube, es blanco de una campaña de satanización y ridículo debido a su opinión sobre la violencia política.

”La violencia e intimidación se extienden a los periodistas y abogados. A los periodistas independientes no se les permite cubrir ciertos acontecimientos, mientras los abogados tienen cada vez más dificultades para reunirse con sus clientes arrestados por cargos fraguados”, sostiene el informe.

Según MISA, Zimbabwe registró 102 ataques a la prensa en 2003, el mayor número dentro de la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral. Los ataques incluyeron violencia física, prisión y amenazas legales.

Esto ha creado un clima de desconfianza en los periodistas y entre ellos. Los de los medios oficialistas se han habituado a reproducir sin cuestionamientos los dichos de las autoridades y la posición del ZANU-PF, a veces tomando partido por alguna de las facciones del partido gobernante.

MISA lamentó el cierre del único diario privado de Zimbabwe, The Daily News, el año pasado, en virtud de la Ley de Acceso a la Información y Protección de la Privacidad.

Basildon Peta, un periodista de Zimbabwe establecido en Sudáfrica, declaró a la prensa en el lanzamiento del miércoles que el gobierno de Mugabe ”ha adoptado un totalitarismo comparable al de Birmania”, donde gobierna con mano de hierro una junta militar.

Trascendió que las autoridades planean adquirir equipos para controlar las comunicaciones de Internet, que en ausencia de estaciones privadas de radio y televisión se han convertido en una popular fuente de noticias para la población.

Internet también es un valioso medio de comunicación para muchos de los 3,5 millones de ciudadanos que han abandonado el país por razones políticas o económicas.

La falta de radios independientes afectó en especial a los residentes rurales. Además, las autoridades prohibieron el uso de la onda corta, principalmente para evitar que la población escuche SW Radio Africa, una estación dirigida por ciudadanos de Zimbabwe exiliados en Londres, y otra que transmite desde dentro del país, llamada Voice of the People (La voz del pueblo).

”Los habitantes del campo tienen mucho miedo de escuchar radio en onda corta. Lo hacen a escondidas o dentro de su casa”, señaló Gonçalves. (

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