MEXICO: Seguro social con paños tibios y la mecha encendida

La reforma legal aprobada este jueves por el parlamento sólo pone paños tibios al muy enfermo Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y, en cambio, ya abrió paso a un conflicto laboral de proporciones aún no determinadas.

El sindicato del organismo estatal, tras conocer la resolución, paralizó varios servicios administrativos del seguro, que atiende la salud de unas 12 millones de personas, y amenazó con convocar una huelga general en los próximos días si no hay cambios, mientras la Unión Nacional de Trabajadores advirtió que podría cortar los servicios de luz y teléfono en fechas cercanas.

En medio de protestas y marchas callejeras de los trabajadores del IMSS, que retrasaron el inicio de los debates legislativos y llevaron el caos al tráfico de vehículos en la capital mexicana, los senadores ratificaron por mayoría esta madrugada las reformas a la ley de seguridad social, que habían sido previamente concertadas por diputados a fines de julio.

La modificación de las normas, que apoya el gobierno del conservador Vicente Fox, señalan que los nuevos trabajadores que ingresen al IMSS, que ya tiene 360.000 empleados, serán contratados tras análisis estrictos y no tendrán los mismos beneficios en materia de pensiones y edad retiro que los actuales. Además, sus aportes a su retiro serán mayores.

Los diagnósticos sobre el ente indican que la situación crítica y próxima al colapso del sistema se debe al deterioro que causa la edad temprana con la que se pueden jubilar los trabajadores actuales del IMSS, de los que ya hay 120.000 en retiro, y los beneficios que obtienen, muy superiores a los de otros trabajadores del país.

”No resolvimos lo principal, es cierto, pero al menos pusimos un alto para que a futuro el Instituto tenga viabilidad. La situación de los salarios, pensiones y los retiros de los actuales trabajadores la deben resolver el gobierno y el sindicato en la negociación de un contrato colectivo”, dijo a IPS Genaro Borrego, diputado del opositor Partido Revolucionario Institucional y ex director del IMSS.

Pero el sindicato del IMSS advirtió que si no les aprueban aumentos salariales y les quieren recortar sus derechos en el próximo contrato colectivo, que debe negociarse este mes, realizarán una huelga que se agregará a las protestas actuales.

Esa posible paralización afectaría a unos 140.000 niños y niñas que son atendidos en los jardines infantiles del IMSS mientras sus padres trabajan. También podría resentirse el servicio de 1.521 unidades de medicina familiar, 217 hospitales de zona y 10 centros médicos nacionales, entre otros.

También se detendrían las actividades en 442 unidades deportivas, 101 teatros, 2.606 tiendas comerciales y 260 casas velatorias, entre otros servicios.

Para Héctor Castellanos, quien trabaja en el IMSS desde 1989, la reforma aprobada por el gobernante Partido Acción Nacional (PAN) con el apoyo del PRI y el rechazo de la izquierda, representa el inicio de una futura privatización de la entidad, tal como según entiende, ”lo ordenaron” el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

”Lo peor de todo es que de toda la crisis del IMSS non culpan a los trabajadores, como si fuéramos unos delincuentes por sólo tener un contrato colectivo adecuado”, dijo Castellanos a IPS.

El IMSS pagará este año a sus trabajadores activos y jubilados más de 15.000 millones de dólares, mientras que para crear nueva infraestructura médica y mantener la actual gastará apenas 71 millones de dólares.

La mayoría de ese dinero, que cada año crece en un tres por ciento, debe extraerse de las arcas estatales, pues con las actuales cuotas de trabajadores y empleadores no alcanza ni para cubrir la mitad de sus gastos.

El pasivo del IMSS suma en la actualidad 35.000 millones de dólares, mientras sus reservas son de apenas 2.400 millones de dólares. Ni vendiendo todos los activos podría cubrir su déficit, indica un reporte del organismo entregado al Congreso legislativo.

”Si no se cambian las condiciones de trabajo en el IMSS y se reforma su estructura, simplemente dejará de funcionar por falta de dinero, así lo indican las proyecciones”, declaró a IPS María Cristina Palencia, experta en contabilidad y actuaria.

Las reformas aprobadas no resuelven el fondo del problema, ”pero la reacción del sindicato indica que será muy difícil hacer algo de fondo a menos que se pague un costo político grande”, indicó Palencia.

No habrá privatización del IMSS, la idea de reformar su funcionamiento es precisamente para que se mantenga como parte del Estado, pero con viabilidad y un futuro promisorio, declaró Borrego.

”Tarde o temprano México tiene que enfrentar decisiones” relativas a los cambios al régimen de jubilaciones y pensiones de los trabajadores del IMSS, declaró el presidente Fox poco antes de que las reformas fueran aprobadas.

”El IMSS puede morir en cinco años más” si no cambia su funcionamiento, alertó en febrero su director, Santiago Levy, al instar a los trabajadores de ese organismo a volver a negociar su actual sistema de retiros y pensiones, pero el sindicato se resiste y responde a ese directivo que para hablar de reforma primero debería bajarse su salario, que supera los 20.000 dólares mensuales.

La Unión Nacional de Trabajadores, que reúne a empleados del sector eléctrico y del telefónico entre otros, señalaron que en protesta contra las reformas podrían cortar la luz y el servicio telefónico en todo el país el 1 de septiembre, cuando Fox debe entregar por ley un informe a la población sobre su gobierno.

En tanto, los trabajadores del IMSS bloquearon este jueves varias avenidas de la capital y paralizaron algunos servicios de su organismo. Advirtieron además que se vienen protestas mucho más radicales.

El sindicato del IMSS proponer incrementar de forma escalonada sus aportes, del tres por ciento actual de sus salarios a seis por ciento en 2012, pero eso dista mucho del 15 por ciento requerido, según indican los estudios.

La reforma aprobada este jueves establece que los nuevos trabajadores del IMSS aportarán más que los actuales para su retiro y no se podrán jubilar sino hasta después de los 65 años y con el sólo hecho de haber laborado 28 años.

En cuanto a los patrones y trabajadores del sector privado, no hay ningún acuerdo para elevar la contribución de 15 a 19 por ciento de sus salarios que entregan al IMSS, básicamente para obtener servicios médicos.

Los sindicatos del IMSS siempre se mantuvieron alineados al PRI, que gobernó en forma consecutiva de 1929 a 2000, cuando fue elegido el actual presidente Fox. Los ingresos masivos de trabajadores a ese organismo se daban cada año que el PRI asumía nuevamente la presidencia.

Según los contratos vigentes, los trabajadores del seguro estatal pueden retirarse al cumplir 28 años de servicios, sin importar su edad, y con una jubilación mayor que su último salario.

Además, cuando los salarios de los trabajadores activos aumentan, las jubilaciones suben en igual proporción. Hoy, en promedios, la edad de retiro de los trabajadores del IMSS es 53 años y su pensión mensual de más de 1.500 dólares.

La situación es diametralmente distinta del resto de los trabajadores del país, que no pueden retirarse antes de los 65 años, y cuyas pensiones en muchos casos bordean los 200 dólares.

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