Aunque México firmó con China este martes acuerdos dirigidos a mejorar su relación, persiste su desconfianza hacia ese país asiático, que le ha infringido severos daños comerciales, entre ellos desplazarlo del segundo al tercer lugar en la lista de los socios que más venden a Estados Unidos.
"Ojalá ahora los chinos sean sinceros y cumplan sus promesas de competir sin contrabando y respetando las reglas internacionales de comercio, declaró Arturo Kuri, presidente de Industrias del Vestido de México, asociación que reúne a empresarios que han sufrido millonarias pérdidas por la competencia del país asiático.
Los acuerdos con China, que incluyen uno para combatir el contrabando proveniente de ese país, asunto que golpea duramente a México, fueron suscritos en Beijing al culminar dos días de negociaciones entre autoridades anfitrionas y una delegación de 80 funcionarios mexicanos, incluidos seis secretarios de Estado y más de 30 de empresarios.
A diferencia de otros países de América Latina, como Argentina, Brasil y Chile, que vienen sacado tajada del apetitoso mercado chino con el abastecimiento de materias primarias como hierro, soja y cobre, México ha sido duramente golpeado por la competencia asiática, especialmente en productos manufacturados.
Además, poco a poco China desplazó a México del puesto de segundo mayor abastecedor de Estados Unidos.
El ritmo de crecimiento de las exportaciones chinas a Estados Unidos en el periodo 2001-2003 se ubicó en 29,4 por ciento, mientras que en ese mismo lapso, las ventas de México repuntaron apenas 1,5 por ciento hacia ese destino, indican cifras de la oficina de Censos de Estados Unidos.
En la cita de Beijing, que tendrá un seguimiento en 2006 cuando autoridades de ambos países se reúnan en México, los delegados del país norteamericano señalaron que trabajarán en conjunto para que su relación supere los problemas, las desconfianzas y camine hacia una sociedad.
"México y China están llamados a ser actores protagónicos en el siglo XXI. Aprovechemos esta oportunidad para afianzar nuestros lazos de amistad, declaró el lunes el canciller mexicano Luis Derbez.
Empero, apenas unos días antes, el presidente mexicano Vicente Fox, criticó duramente a ese país "amigo al afirmar que, mientras en su país se atienden los problemas del empleo y la productividad de manera democrática, en China esos temas se resuelven de "manera autoritaria.
Kuri desconfía ampliamente de los compromisos que asumen los chinos. "Ellos han prometido varias veces que respetarán las reglas de comercio, pero no han cumplido, al menos en nuestro sector, declaró ese empresario en Beijing, donde participó en las negociaciones junto a funcionarios de gobierno y a legisladores de los dos países.
La cámara empresarial textil indica que en los últimos dos años, la industria de ese ramo perdió más de 150.000 empleos debido al ingreso de productos chinos de contrabando. Según datos oficiales, de cada 100 productos textiles chinos que llegan a México, al menos 90 lo hacen manera ilegal.
Los industriales mexicanos afirman que entre los textiles, el vestido y el calzado, más de 270.000 personas perdieron su trabajo en 2003 como consecuencia de la competencia china.
Decenas de firmas ensambladoras de zonas francas, que antes eran motor de inversiones y empleo en México, salieron de su territorio para irse al país asiático. Lo mismo sucedió con otras empresas similares asentadas en América Central.
China, con su crecimiento económico anual de nueve por ciento promedio desde 1979 y un caudal exportador e importador en ascenso, se colocó en la primera línea de la agenda comercial de muchos gobiernos latinoamericanos, ya sea para sacarle partida o para buscar la forma de defenderse de su arrollador paso, como es el caso de México.
Las ventas de productos de China al exterior, que destacan por sus bajos precios, registraron los crecimientos más alto del mundo, lo cual mantiene a ese país como una de las cinco principales potencias exportadoras.
En junio, México y otros 44 países pidieron a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que aplace al menos dos años la eliminación de cuotas arancelarias a exportaciones chinas a Estados Unidos, prevista para 2005.
Si la OMC no accede a la petición, en un año China tomará un 75 por ciento del mercado mundial, advirtió Rosendo Vallés, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil de México
"Sería devastador para México, porque no podremos competir. Y no se trata de competitividad sino de competencia desleal, afirmó Vallés.
El canciller mexicano explicó que ambos países acordaron adoptar medidas severas contra el contrabando y la piratería, además de políticas para equilibrar el intercambio bilateral, que bordea los 10.000 millones de dólares anuales, menos de 500 millones de los cuales corresponden a ventas mexicanas.
China, que en 1997 ni siquiera aparecía en la lista de los principales exportadores a México, es hoy en el segundo proveedor de productos de este país.
"La buena voluntad que muestran los acuerdos con China tiene en la realidad mexicana un contrapeso muy fuerte, como es el hecho de que el contrabando y la piratería chinas están a la orden del día, señaló a IPS José Leiva, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En otro de los acuerdos alcanzados en Beijing, Derbez explicó que su país trabajará junto a China, para lograr mejores regulaciones en el comercio mundial y evitar disputas bilaterales, y otro mediante el cual la nación asiática otorgó a México un certificado de "destino turístico.
México ha interpuesto en la OMC cerca de una docena de investigaciones antidumping (comercio desleal) desde 2001contra China, lo cual lo transforma en el principal demandado entre sus socios comerciales.
A tres años de haber ingresado a la OMC, China es de hecho el país más demandado en esa organización por prácticas de competencia desleal, con 103 investigaciones en su contra.
"Vamos a ver qué pasa con los acuerdos suscritos, pues la realidad indica que México seguirá viendo a China como una amenaza más que como una oportunidad, pues ambos países compiten en rubros similares como la manufactura, señaló Leiva.
Varios empresarios de ramos ajenos al textil y el calzado piden al gobierno definir una estrategia que permita revertir la idea de que China es un competidor desleal, para afincar otra que señale que ese país es un mercado a conquistar.
Pero investigadores, como Leiva, creen que para que eso suceda deberá primero pasar mucho tiempo y deberán perderse aún muchos más empleos en México.