Iniciativas polémicas en el área cultural y de comunicaciones específicamente le están costando al gobierno brasileño de Luiz Inácio Lula da Silva acusaciones de recurrir a la censura y a mecanismos estalinistas de control de opinión pública.
La furia de los críticos del gobierno fue desatada por la divulgación en los últimos días de los proyectos de ley destinados a crear el Consejo Federal de Periodismo (CFJ en siglas portuguesas) y la Agencia Nacional del Cine y el Audiovisual (Ancinav).
El gobierno intenta limitar la libertad de expresión, concepciones autoritarias y centralizadoras e intento de intimidar a los periodistas que se equipara al de la dictadura militar, son algunas de las expresiones utilizadas por grandes diarios para cuestionar la propuesta de instalación del CFJ como órgano regulador de la profesión.
La oposición, encabezada por el conservador Partido del Frente Liberal (PFL), amenazó este jueves con obstruir la aprobación del proyecto en la Cámara de Diputados para así forzar su devolución al Poder Ejecutivo.
El diputado José Carlos Aleluia, líder del PFL, apuntó que la iniciativa es una propuesta inconstitucional, que recuerda prácticas usadas por el nazismo o por el estalinismo, en referencia esto último al gobierno de José Stalin (Josef Visarianovich Dugashvili) entre 1929 y 1953 en la hoy desaparecida Unión Soviética.
En realidad, el proyecto fue formalmente enviado al Congreso por la Presidencia de la República, pero es una propuesta de la Federación Nacional de Periodistas (Fenaj), producto de muchos años de discusión y aprobado en varios congresos de estos profesionales.
La prensa se hizo víctima de la disputa política, al ser usada por la oposición para atacar el gobierno, perjudicando el debate, lamentó ante IPS Aloisio Lopes, secretario de la Fenaj.
El momento de iniciar los trámites parlamentarios fue el peor posible, cuando el gobierno ya enfrenta muchas acusaciones de pretender silenciar denuncias contra sus miembros.
El presidente Lula y algunos ministros se quejaron de una ola de denuncismo, después que las revistas semanales Isto É y Veja revelaron, en las tres últimas semanas, operaciones financieras sospechosas y declaraciones patrimoniales contradictorias del presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, y del titular del estatal Banco do Brasil, Cassio Casseb.
Producto de esas informaciones, el ex director de Política Monetaria del Banco Central, Luiz Augusto Candiota, renunció al cargo el 28 de julio.
La presión contra Meirelles y Casseb persistió, basada en datos recogidos de modo extraoficial de la comisión parlamentaria que investiga remesas ilegales de divisas al exterior, a través del Banestado y entre 1996 y 2002, período en que por ese banco se estima que dejaron el país cerca de 30.000 millones de dólares.
Hay mucha desinformación sobre el proyecto de los periodistas, los diputados están criticando el proyecto sin leerlo, sostuvo Lopes, esperando que un debate este viernes en la TV Cámara con dirigentes de la Fenaj permita aclarar el tema entre los parlamentarios.
Los mismos medios de comunicación contribuyeron a esa desinformación, dañando el debate, acotó. Los diarios manifestaron oponerse al proyecto en los editoriales y por su asociación nacional.
Otro proyecto similar, por la creación de una Orden (Colegio) de Periodistas, como la que tienen los abogados, fue presentado por un diputado en 2002 y no despertó ninguna reacción de rechazo, argumentó Lopes.
Actualmente, los registros necesarios para el ejercicio de la profesión de periodistas son concedidos por el Ministerio del Trabajo, pero no se acusas el gobierno de controlar la prensa por medio de ese mecanismo. Esa prerrogativa pasaría al CFJ, que sería constituido por periodistas elegidos y no un órgano del Estado como es ahora, acotó el secretario de la Fenaj.
El Consejo tiene por fin promover un periodismo de calidad, al crear un Tribunal de Etica y Disciplina, que juzgaría los casos de violación de los principios éticos de la profesión, penalizándolos con advertencia, suspensión y hasta la exclusión de la categoría profesional, explicó..
El proyecto, sin embargo, corre el riesgo de no avanzar, ante la oposición de variados sectores. La Asociación de Magistrados (jueces) Brasileños lo condenó por cercenar la libertad de expresión, atribuir al CFJ la tarea de orientar, disciplinar y fiscalizar el ejercicio de la profesión y crear un tribunal.
El poder de penalizar abusos del periodismo le toca a la justicia, según una nota divulgada por el presidente de la Asociación de Magistrados, Claudio Baldino Maciel.
La propuesta de crear el CFJ es una equivocación, porque el periodismo no tiene similitud con profesiones que exigen un órgano regulador, como la medicina, la ingeniería o química, que afectan la vida de las personas, opinó Mauricio Azedo, periodista y presidente de la Asociación Brasileña de Prensa, una organización no sindical, tradicional en la defensa de la democracia.
La propuesta de regulación de los audiovisuales por la Ancinav también provocó críticas al dirigismocultural, que el editorial de un gran diario calificó de estatización del cine y la televisión, con un vicio estalinista.
El ministro de Cultura, el famoso cantante y compositor Gilberto Gil, recurrió a su pasado de perseguido por la dictadura militar para rechazar las acusaciones de autoritarismo. No habrá imposición, todo está abierto al debate y a la revisión, aseguró.
En este caso, su disposición de retirar puntos polémicos del proyecto, como la posibilidad de interferir en la programación de las emisoras de televisión, y el apoyo de buena parte de productores, artistas e intelectuales, indica buena posibilidad de crearse la Ancinav, un viejo anhelo de los cineastas.