El presidente de Perú, Alejandro Toledo, inauguró el jueves el proyecto gasífero de Camisea, en el sur del país, que marca el ingreso de este país a la era del gas, según destacan sus autoridades. La obra fue puesta en funcionamiento cuando el jefe de Estado ordenó, desde la sala de control de la planta de procesamiento en el campamento Las Malvinas, abrir las válvulas del ducto para que el gas natural descubierto hace 20 años recorra 730 kilómetros de la selva del este y norte del país a la costa del océano Pacífico, cruzando la cordillera de los Andes. Ubicada a 500 kilómetros al sudeste de Lima, Camisea, en la cabecera norte del departamento de Cusco, posee reservas probadas de hasta 13 trillones de pies cúbicos de gas natural y entre 700 y 800 millones de barriles líquidos.