COMUNICACIONES-BRASIL: Ruido oficial en ondas comunitarias

La clausura de la radio comunitaria Restinga, que transmitía desde un barrio pobre de la ciudad brasileña de Porto Alegre, lleva a 12.900 la cantidad de emisoras no comerciales silenciadas en este país desde 1998.

La clausura policial se llevó a cabo el miércoles pasado. La policía federal ingresó en el centro comunitario de Restinga, donde operaba la radio desde 1999, y se incautó de los equipos. Desde entonces, la radioemisora no puede salir al aire.

Restinga es un vecindario de 150.000 habitantes, la inmensa mayoría de los cuales vive en la miseria. Y la ciudad meridional de Porto Alegre es, desde 2001, sede de la mayor reunión mundial de expresiones alternativas, el globalifóbico Foro Social Mundial.

Es la segunda vez que Restinga sufre un cierre, con el cual se elevan a 12.900 las clausuras de este tipo de emisoras desde 1998, cuando el gobierno aprobó una nueva ley de radiodifusión.

Desde ese año, se han efectuado casi 118.000 confiscaciones, iniciado 10.142 juicios contra radios ilegales, y los tribunales del país condenaron a 3.600 personas, según cifras policiales.
[related_articles]
”La radio era un espacio público abierto a todos. Gente marginada del barrio apelaba a ella para que dar a conocer sus necesidades”, dijo a IPS la coordinadora de la emisora, Marisa Godinho.

Paradójicamente, 100 aficionados e investigadores que asistieron en Porto Alegre a la cuarta conferencia anual NuestrosMedios, entre el jueves 22 y el domingo 25 de julio, visitaron radio Restinga, para conocer un ejemplo local de exitoso canal de comunicación.

”El gobierno brasileño no tiene voluntad política para crear las condiciones adecuadas a los medios de comunicación comunitarios. Desde hace mucho tiempo, el gobierno no ha dado permisos para operar” radioemisoras, dijo Godinho.

Restinga no es un caso aislado.

”Esto no es nada nuevo. La violencia y las prácticas inconstitucionales contra las radios comunitarias son usuales en Brasil”, dijo Thiago (no quiso dar su apellido) de Radio Muda, una emisora de la meridional localidad de Campinas, cerrada ya dos veces por la policía.

La Ley de Radios Comunitarias, creada durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), establece el máximo de potencia de este tipo de emisoras en 25 watts, lo que limita su alcance a un kilómetro a la redonda.

La ley también prohíbe a las radios comunitarias difundir publicidad o pertenecer a una red de emisoras.

Poco parece haber cambiado con la llegada al gobierno, en enero de 2003, del izquierdista Partido de los Trabajadores.

En marzo de 2004, una resolución federal asignó sólo una frecuencia para las radiodifusión alternativa en todo el país, del 87.4 al 87.8 FM.

Si una radio alternativa interfiere la transmisión de una comercial puede ser clausurada, aunque no a la inversa.

La agencia reguladora de las telecomunicaciones, Anatel, apeló a esta ley para pedir el cierre de radios ”clandestinas” a la policía federal, que además retira los equipos y arresta a los operadores.

Existen entre 5.500 y 10.000 radios y canales de televisión comunitarios en Brasil, pero Anatel reconoce sólo a 2.620. Otros 1.270 esperan aprobación oficial para operar. El resto son considerados ilegales por las autoridades.

”El gran problema es la inercia del gobierno brasileño. El Ministerio de Comunicaciones debe hacer que Anatel deje de pedir la detención de personas y el retiro de los equipos de transmisión hasta que se pueda revisar la legislación”, dijo Adilson Cabral, de la asociación Intervozes.

”El Estado brasileño no provee a su pueblo de las condiciones para ejercer sus derechos fundamentales de comunicación. Es necesario redefinir la legislación brasileña sobre las radios y canales comunitarios”, dijo Regina dos Santos, de la organización no gubernamental Sociedad Cultural Dombali, quien trabaja por la inclusión de las minorías raciales en los medios de comunicación.

La Constitución Federal de Brasil considera la comunicación un derecho humano fundamental. Su artículo 5 establece que ”la expresión intelectual, artística y científica, y la actividad de la comunicación es libre e independiente de toda censura o licencia”.

La noticia de la clausura de radio Restinga se propagó de inmediato a través de Internet y provocó una reacción internacional.

La Asociación Mundial de Radioemisoras Comunitarias (AMARC) ya estudia lanzar una campaña internacional para presionar al gobierno brasileño a cambiar la legislación.

”Restinga es otro ejemplo de un problema brasileño muy grave. La presión de las organizaciones internacionales de derechos humanos demostró ser un eficaz aliado del movimiento social comunitario”, dijo Gustavo Gómez, de AMARC.

NuestrosMedios también expresó solidaridad con Restinga y con todo el movimiento de radios comunitarias de Brasil.

”La gente de Radio Restinga fue nuestra anfitriona en Porto Alegre, donde pudimos discutir nuestras ideas de comunicación comunitaria. Es particularmente importante para NuestrosMedios, como red internacional, hacer todo lo posible para apoyarla”, sostuvo Aliza Dichter, integrante de la organización.

Dichter llamó a todos los interesados a proponer medidas contra la clausura mediante la lista de correo de NuestrosMedios.

NuestrosMedios es una red de investigadores, activistas y comunicadores de todo el mundo que trabajan en medios alternativos y comunitarios.

Creada en 2000 por los investigadores John Downing y Clemencia Rodríguez, cuenta ahora con más de 300 miembros de universidades, movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales y representantes de medios de comunicación ciudadana del Sur y del Norte.

La organización ya había ayudado a Restinga a pagar una multa (equivalente a 652 dólares) impuesta en 2002 por transmitir sin autorización. Ahora, el principal problema que afrontan los operadores de la radio es conseguir equipos para volver al aire, pues la comunidad no puede comprarlos.

Los residentes de Restinga, que la semana pasada organizaron una protesta en la calle principal de vecindario en reclamo de atención médica, están organizando una gran manifestación contra la clausura de la radio.

Pero la lucha por la legalización de las radios alternativas de la zona, y del país, promete ser larga y llena de interferencias.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe