Alrededor de 300 personas murieron calcinadas el domingo en el supermercado Ycuá Bolaños de la capital de Paraguay. A las 11.05 de la mañana, una explosión en el sistema de gas de la cocina originó un incendio que se propagó hacia el patio de comidas y arrasó con las dos plantas del edificio, incluyendo el estacionamiento. El siniestro también dejó aproximadamente 200 heridos que fueron trasladados a distintos centros asistenciales de la capital y de ciudades vecinas. Desde el momento de la primera explosión, el pánico se apoderó de la gente que intentó escapar pero quedó atrapada, según varios sobrevivientes, porque cerraron los gruesos vidrios de las puertas. La mole de cemento y ladrillo de 12.000 metros cuadrados ya estaba envuelta en llamas cuando llegó el primer contingente de bomberos voluntarios y efectivos del servicio policial 911. El propietario del centro comercial está detenido en calidad de acusado de homicidio culposo, aunque esa carátula puede cambiar si la justicia comprueba las denuncias de testigos de que las salidas de escape estaban tapiadas y fueron cerradas las puertas para evitar saqueos.