Indígenas mapuches de Argentina denunciaron este jueves que el grupo italiano de la vestimenta Benetton, dueño de 970.000 hectáreas en el sur de este país, posee una compañía minera que encontró oro en un terreno habitado por una familia de esa etnia, desalojada en mayo por la justicia.
Mauro Millán, de la Organización Mapuche-Tehuelche 11 de Octubre, dijo a IPS que esta revelación prueba el verdadero interés de Benetton en esta zona, un interés que tiene poco de ecológico y que no se limita a la ganadería y a la reforestación, como decían.
El conflicto con Benetton se manifestó en octubre de 2002 cuando la familia mapuche Curiñanco-Nahuelquir fue expulsada por la compañía de unas 250 hectáreas, ubicadas en el Cordón de Leleque, una zona alta y marginal de la austral provincia de Chubut, 1.500 kilómetros al sudoeste de Buenos Aires.
En mayo, tribunales de la provincia restituyeron formalmente ese predio a la Compañía de Tierras Sud Argentino, empresa de orígenes británicos que pertenece al consorcio textil italiano desde 1991 y que es propietaria de más de 900.000 hectáreas en el sur del país.
La Compañía de Tierras Sud Argentino se había constituido a fines del siglo XIX con capitales británicos para recibir esa porción de las tierras ocupadas por indígenas, como un obsequio del gobierno de la época.
La sentencia de mayo dio lugar a la intervención del premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quien en una carta publicada por el diario italiano La Repubblica acusó al dueño del consorcio, Luciano Benetton, de desarrollar un latifundio medieval improductivo en Argentina.
Benetton se defendió en otra carta en el mismo periódico, aseverando que sus inversiones en Argentina generan desarrollo y trabajo.
Ahora, la Organización Mapuche-Tehuelche asegura haber descubierto que la Compañía Minera Sud Argentina, creada en 2003, ubicó al menos 140 puntos de cateo (exploración) de oro y otros metales preciosos en el Cordón de Leleque, la zona de la que fue desalojada la familia Curinanco-Nahuelquir.
Esta firma tiene su sede en el mismo edificio que la Compañía de Tierras Sud Argentino. Ambas empresas comparten algunos miembros de sus respectivos directorios.
La presentación de los datos, incluidos mapas mineros, fue realizada este jueves en Chubut por la agrupación mapuche y el movimiento Vecinos Autoconvocados por el No a la mina de Esquel, una ciudad de la provincia movilizada desde hace dos años contra la instalación allí de una empresa minera canadiense.
Millán presentó los datos de inscripción de la empresa minera, el mapa con los puntos de cateo en la provincia, y otros elementos de la investigación, señalando que el interés por las tierras es por la explotación de riquezas mineras, resistida por la población de Esquel, que aduce la contaminación de la minería aurífera.
Unos 200.000 mapuches viven en la austral Patagonia argentina, que abarca las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz. Según estimaciones del católico Equipo Nacional de Pastoral Aborigen, 94 por ciento de ellos carecen de título sobre las tierras que ocupan.
La Constitución, reformada en 1994, reconoce el derecho de los pueblos originarios a poseer las tierras que tradicionalmente ocupan mediante títulos de propiedad, y asegura además que esos dominios son enajenables. Pero los indígenas afirman que ese derecho no se respeta.
En Argentina, la venta de tierras con gente adentro es moneda corriente, aseguró Millán. El dirigente recordó el despojo de fines del siglo XIX cuando una avanzada militar casi extermina a los indígenas. Y la última dictadura militar (1976-1983) también ejerció sistemáticos desalojos de tierras de nativos, añadió.
En este país de 37 millones de habitantes se estima que la población aborigen suma entre 800.000 y dos millones de personas, aunque son mediciones no oficiales.
Ahora el pueblo mapuche se hizo mas fuerte y está resistiendo, advirtió.
Pocos días atrás, un juez de Río Negro reconoció el derecho de los mapuches a permanecer en un territorio que ocupaban desde antes de la llegada de los españoles a América, en el siglo XV, frente a una demanda específica de un particular que decía ser dueño de un predio.
El fallo se emitió en el marco de un litigio de un hacendado, que exhibía un título de propiedad obtenido del gobierno provincial en los años 90. Pero el juez consideró que la familia mapuche ocupante del predio forma parte de la comunidad Kom Kiñé Mu, habitante de esas tierras desde tiempos ancestrales.
El magistrado subrayó que la posesión es anterior incluso a la formación misma del Estado y recordó al dos veces presidente Julio Roca (1880-1886 y 1898-1904).
Roca, que condujo el exterminio indígena conocido con el heroico título de Conquista del Desierto, fue quien obsequió las tierras ahora reclamadas a un grupo de mapuches en 1900, como lo había hecho con la antecesora de la Compañía de Tierras Sud Argentino, dijo el juez.
En su fallo, el magistrado recordó que el cacique Ancalao fue premiado por Roca con esas tierras por su colaboración en la conquista, una campaña militar que incorporó al territorio argentino su actual porción patagónica, fieramente defendida por los indígenas.