AMBIENTE-BRASIL: ¿Un plan para privatizar la Amazonia?

La polémica tomó un aire absurdo. Hubo versiones periodísticas sobre un proyecto de «privatización» de la Amazonia brasileña, cuando el objetivo era el inverso: frenar la apropiación irregular de tierras públicas por particulares, que trae consigo deforestación.

Grupos ultranacionalistas alegan que el correspondiente proyecto de ley, cuya redacción aún no está terminada, entregará la Amazonia al capital extranjero. Pero funcionarios señalan que la propuesta legislativa, que parece ir a un turbulento debate parlamentario, tiene el propósito contrario.

Se trata de “consolidar la soberanía nacional sobre ese territorio”, dijo a Tierramérica el secretario de Bosques y Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Joao Paulo Capobianco.

El proyecto de ley propone crear un marco legal para la gestión y uso sustentable de los bosques en tierras del Estado, con tres modalidades.

Dos de ellas ya son conocidas: las unidades de conservación y el uso comunitario por indígenas y pobladores tradicionales. La tercera y polémica es la concesión a privados para explotación forestal limitada.

Los estados amazónicos brasileños suman más de cinco millones de kilómetros cuadrados. De esa área, 25 por ciento ya es propiedad privada, y 29 por ciento está ocupada por unidades de conservación y reservas indígenas, detalló Capobianco.

El proyecto prevé seleccionar las áreas para concesión a madereras con "filtros poderosos" para que la explotación sea sustentable, y mediante un proceso gradual, que en los primeros diez años otorgará no más de 20 por ciento del área disponible, destacó.

La extracción de madera deberá regirse por criterios de eficacia probada en bosques tropicales, con un límite de cinco a seis árboles por hectárea, es decir tres por ciento de los árboles adultos, cada 25 o 30 años, apuntó Capobianco.

Podrá disputar las licitaciones cualquier empresa constituida en el país, aunque sea controlada por capital extranjero, y no habrá privatización, porque la propiedad de la tierra seguirá siendo pública, alegó.

La idea está en discusión desde hace años, y la mayoría de los ambientalistas la aceptan en términos generales, con reservas sobre cuestiones específicas y dudas sobre su eventual aplicación.

La condena tajante partió de nacionalistas como Aziz Ab'Saber, geógrafo y respetado ambientalista de 79 años.

"Estoy en contra, es el comienzo de un plan estratégico de ocupación de la Amazonia, de su internacionalización", dijo a Tierramérica Ab'Saber.

El Ministerio de Medio Ambiente cedió a "presiones extranjeras" y adoptó un modelo que "dañará la biodiversidad e interesa sólo a los empresarios, principalmente internacionales", afirmó.

Hay en la Amazonia experiencias locales exitosas que podrían multiplicarse para promover el desarrollo sustentable y combatir la deforestación, sostuvo el geógrafo.

Sin embargo, las medidas de control y represión no han frenado la destrucción de más de 23 millones de hectáreas de bosque por año, asociada con tres cuartas partes de las emisiones brasileñas de dióxido de carbono y otros gases causantes de efecto invernadero (retención de calor en la atmósfera), y eso ha estimulado la búsqueda de otras soluciones.

En la base del problema está una situación legal caótica de la Amazonia, donde casi la mitad de las tierras son públicas pero sin propiedad registrada, dijo a Tierramérica el coordinador de la organización no gubernamental Amigos de la Tierra-Amazonia Brasileña, Roberto Smeraldi.

El principal mérito del proyecto es que obligará el Estado a regularizar su propio patrimonio, aunque eso llevará tiempo y no será fácil, adujo.

Actualmente hay una privatización fraudulenta de esas tierras, al amparo de una norma que permite a organismos gubernamentales reconocer la propiedad de áreas de hasta dos mil 499 hectáreas a quienes aleguen ser sus poseedores de hecho, explicó Smeraldi.

Eso favorece ocupaciones, muchas veces "con violencia y expulsión de pequeños agricultores", que amplían el dominio privado de las tierras sin beneficio para el Estado, que es su verdadero dueño, señaló.

Para peor, quienes se apropian de tierra mediante esos fraudes suelen destruir bosques, a menudo mediante incendios, para probar que son sus poseedores.

Hay dos razones básicas a favor del mecanismo de concesión, dijo Smeraldi a IPS. Por un lado, 99 por ciento de los planes presentados para uso sustentable de recursos naturales amazónicos son rechazados por "falta de documentación adecuada de la propiedad", y la actual inseguridad jurídica aleja a empresarios "bien intencionados", atrayendo a los "dispuestos a todo", sostuvo.

La segunda razón, según Smeraldi, es que concesiones prolongadas y renovables estimularán la inversión a largo plazo, si "se hace un buen trabajo".

Pero el proyecto falla al no definir criterios y parámetros de las garantías, por algún sistema de aval o seguro bancario que se pueda cobrar de inmediato si el concesionario no cumple sus obligaciones, criticó el activista.

Además, se fija un pago variable de los concesionarios, según el producto extraído y las utilidades, cuando un precio fijo estimularía más el uso eficiente de recursos, opinó.

Muchos ambientalistas temen que el control gubernamental de los concesionarios sea tan insuficiente como lo ha sido el resto de la acción estatal en la Amazonia.

El proyecto exige "la presencia efectiva del Estado brasileño" en esa región, expresó la ONG internacional Greenpeace.

Según Capobianco, el riesgo de descontrol es muy bajo y los ingresos obtenidos de las concesiones permitirán fortalecer los órganos de inspección.

No es seguro que las concesiones sean económicamente viables, ya que el manejo sustentable puede ser más costoso que la extracción ilegal de madera, razonó el ambientalista Jean Pierre Leroy, de la no gubernamental Fase.

Pero el director de Bosques del Ministerio de Medio Ambiente, Tasso de Azevedo, replicó que los concesionarios se ahorrarán la compra de tierra, y contarán con materia prima y tranquilidad aseguradas, además de créditos para adquirir equipos y posibilidad de planificar a largo plazo cómo procesar la madera, aprovechar subproductos y extraer otros también resinas, aceites y frutos.

* Publicado originalmente el 14 de agosto por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe