SIDA-TAILANDIA: Las ONG lideran la lucha

En febrero de 1997, Anthony Pramualratana decidió abandonar su seguro empleo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y se dedicó a ayudar a grupos de la sociedad civil de Tailandia.

Lo que lo inspiró fue el entusiasmo de las nacientes organizaciones no gubernamentales (ONG), que en los últimos años han logrado una buena relación con el sector privado en la búsqueda de estrategias para la lucha contra el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

Pramualratana no se arrepiente de haber dejado su cargo de asesor sobre sida en la ONU, a pesar de que ahora gana 1.250 dólares mensuales menos que antes.

”Me di cuenta de que en el sistema de la ONU no puedes hacer que las cosas avancen con firmeza como sí en organizaciones más pequeñas”, explicó el ahora director ejecutivo de la Coalición Empresarial de Tailandia contra el Sida (TBCA, por sus siglas en inglés).

Esta ONG tiene programas de educación sexual e información sobre métodos de prevención, involucrando a más de 1.300 empresas ”de todos los sectores, desde el industrial hasta el farmacéutico, el bancario y el de salud”, dijo Pramualratana.

El primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra, tiene previsto destacar los últimos emprendimientos de la TBCA en la XV Conferencia Internacional sobre el Sida, que se realizará entre el 11 y el 16 de este mes en Bangkok.

La organización ”está en contra de la discriminación y de los exámenes de VIH para empleos y en la educación”, subrayó Pramualratana.

Pero la TBCA es una de las tantas ONG tailandesas que en los últimos 20 años impulsaron las principales políticas para combatir la mortal enfermedad en este país de Asia sudoriental de 64 millones de habitantes.

”La propagación del sida en Tailandia estimuló a nuevas ONG a trabajar intensamente”, señala un estudio divulgado el martes por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

A comienzos de 1984, al menos 50 organizaciones civiles trabajaban en la lucha contra el sida, y para 1999 sumaban más de 200, según el PNUD.

”Estos grupos dan un importante apoyo a la comunidad de seropositivos, luchando por erradicar el estigma y la discriminación de las que son víctimas”, señala el trabajo.

”A comienzos de los 80, había una gran discriminación y falta de comprensión hacia los portadores del VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida, causante del sida), al punto de que muchos de ellos eran despedidos de sus empleos y se suicidaban, o eran expulsados de sus aldeas”, dijo Werasit Sittitrai, colaborador del Programa de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida (Onusida).

A las ONG les costó mucho hacer que el gobierno admitiera que el VIH era un verdadero problema y lanzara programas de prevención. Fueron los grupos de la sociedad civil quienes comenzaron a promover el uso del condón.

”El gran ruido hecho en los 80 fue lo que permitió un cambio de políticas en los 90. A inicios de esa década, el gobierno colaboró con 3,2 millones de dólares para financiar los programas de las ONG en la lucha contra el sida”, destacó Werasit.

El informe del PNUD atribuye la pronunciada caída de los casos de VIH registrados en Tailandia (de 143.000 en 1991 a 19.000 en 2003) a las políticas del gobierno aplicadas en los 90, pero no hace mención a los grupos civiles.

”Las ONG tuvieron un papel clave para hacer que el gobierno entrara en acción”, destacó Werasit.

No obstante, representantes gubernamentales destacaron a IPS el esfuerzo de los activistas en mantener una buena relación las autoridades y aportar con propuestas.

”Trabajamos juntos a través del Comité Nacional del Sida, donde las ONG y delegados del gobierno discuten nuevas políticas”, afirmó Petchsri Sirinirund, experta en medicina preventiva del Ministerio de Salud Pública..

”Algunas veces el gobierno necesita ser empujado por la sociedad, y las ONG lo han hecho bien”, añadió.

El senador Mechai Viravaidiya, una de las principales figuras políticas que apoyó el trabajo de las ONG contra el sida, dijo que el papel de los activistas sigue siendo tan importante como en los 90.

El informe de PNUD advirtió que el éxito de Tailandia en la lucha contra la enfermedad es amenazado por nuevas señales de que la infección podría volver a crecer debido al descuido en ciertas áreas.

La prevalencia podría aumentar en los próximos años entre los drogadictos y homosexuales, sobretodo jóvenes.

”En 2002 entramos en una fase de incertidumbre. La tarea de educar a la población continuó por parte de las ONG, pero no de parte del gobierno”, señaló el estudio.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe