"Brasil debe comprender las dificultades de Argentina y ser paciente con sus reclamaciones", dijo su canciller, Celso Amorín. Además "no nos regimos por cuestiones ideológicas", contestó, consultado sobre la afinidad con el presidente argentino, Néstor Kirchner, y los pocos reclamos realizados por su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. "No defendemos la integración (con Argentina y los demás países del Mercosur) porque somos buenos. La defendemos porque es de nuestro interés", afirmó.