Una vez más los desencuentros bilaterales tiñen de incertidumbre la marcha del alicaído Mercosur, cuando este miércoles comienza en el norte argentino la cumbre del bloque. Esta vez los protagonistas son, por un lado, Argentina y Brasil, y por otro, Uruguay y Perú, miembro este último asociado del bloque al igual que Chile y Bolivia. La decisión del gobierno de Néstor Kirchner de imponer un sistema de licencias dirigido a restringir sus importaciones de electrodomésticos, principalmente desde Brasil, cayó como un balde de agua fría entre los negociadores brasileños y delineó un marco de tensión.