Cuando el ex dictador chileno Augusto Pinochet supo de boca del general (r) Guillermo Garín del informe surgido en Estados Unidos, sobre sus cuentas secretas en el banco Riggs, sólo atinó a recomendarle que reuniera a sus abogados. Frente a la inexistencia de un grupo permanente, Garín se contactó con el jefe del equipo jurídico que actuó en su defensa, Pablo Rodríguez, con quien sostuvo un primer encuentro el viernes pasado donde acordaron tener una segunda reunión con el resto de los abogados, que se realizó el martes y a la que acudieron Ambrosio Rodríguez, Miguel Schweitzer y José María Eyzaguirre. También convocaron a Marco Antonio Pinochet, por los antecedentes que podía aportar para la investigación. Tras el análisis de la situación concordaron en que nadie sabía el origen de las cuentas y de los recursos. Lo único que se concluyó es que esos dineros no podían provenir del Ejército —como se ha especulado- debido a los fuertes controles a que está sometido su presupuesto, de acuerdo con la información que entregó en el encuentro el general (r) Guillermo Garín.