El discurso ideológico del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aliado a los mensajes dirigidos a favor de los sectores más pobres, así como el incipiente crecimiento de la economía permitirán al gobierno, por lo menos esta semana, cambiar para su beneficio las manifestaciones organizadas por los movimientos sociales. El jueves, un grupo de agricultores familiares, entusiasmados por la visita de Lula y por la segunda entrega de créditos blancos, entregaron un documento con cinco propuestas para el sector en vez de las acostumbradas críticas de antaño.