El domingo no fue un día más para el presidente de Bolivia, Carlos Mesa, el hombre que en octubre pasado se hizo cargo de un país en llamas que aún velaba a una larga fila de muertos, víctimas de la represión. El contundente "sí" que la mayoría de los ciudadanos de su país le han dado este fin de semana en el referéndum sobre la política hidrocarburífera se traduce en un gran apoyo popular. Ahora, en este país, todos esperan ver qué hace Mesa con semejante respaldo y cuál será finalmente la orientación de su gobierno. Por lo pronto, señala con contundencia: "Los bolivianos mostraron que apoyan una mayor presencia del Estado". En una entrevista concedida a Clarín en su despacho de la casa de gobierno en La Paz, Mesa ratificó la decisión de su administración de ampliar la venta de gas a Argentina. Y exhortó a las compañías petroleras a comprender que, a partir del referendo del domingo, hay en su país un nuevo escenario.