Los mexicanos que exigieron en la víspera cambios radicales en el combate a la delincuencia, en la que fue quizá la más nutrida marcha callejera en la historia reciente del país, recibieron este lunes de las autoridades un replique de promesas, justificaciones y descalificaciones, pero ningún anuncio concreto.
Los observadores y muchos de los manifestantes que llenaron de manera compacta cinco kilómetros de calles céntricas de la capital mexicana y el Zócalo, una plaza de 20.000 metros cuadrados, se sintieron defraudados de las respuestas e incluso algunos abiertamente indignados.
El presidente Vicente Fox declaró que se solidariza plenamente con el reclamo ciudadano y, repitiendo un guión ya escuchado a sus antecesores y a él mismo, pidió al Poder Legislativo aprobar reformas legales para ayudar a combatir la delincuencia e instó a los gobernadores a trabajar juntos como parte de un mismo equipo.
En el extremo opuesto y a contra corriente de las opiniones mayoritarias, el dirigente izquierdista Andrés López Obrador, alcalde de la ciudad de México, dijo que la marcha estuvo influida por las derechas, el oportunismo del gobierno y el amarillismo de los medios de comunicación, todos los cuales estarían en su contra.
Con esos elementos es muy difícil convencer a la población de que en la capital, sí se está haciendo lo necesario contra la delincuencia, apuntó el alcalde, quien según las encuestas es el político mejor posicionado entre los potenciales candidatos a la presidencia en 2006.
En la capital se cometen alrededor de 21 delitos por hora, 93 por ciento de los cuales quedan impunes, un porcentaje similar al que se registra a nivel nacional, indican estudios de la empresarial Confederación Patronal.
En los últimos 10 años hubo 15.000 secuestros en México, pero sólo 5.300 fueron denunciados, por la desconfianza que despiertan las autoridades y por la impunidad, añaden esas fuentes.
Los datos oficiales indican que entre 2000 y 2003 se registraron 2.165 secuestros y que sólo en lo que va de este año 50 personas fueron asesinadas por sus captores.
Con base en otras fuentes, asociaciones civiles y empresariales locales afirman que México ocupa el segundo lugar en América Latina en cantidad de secuestros, con 3.000 en 2003, detrás de Colombia con 4.000.
En los últimos años se avanzó en el combate contra la delincuencia, pero no lo suficiente y por eso el enojo generalizado, declaró Fox.
El mandatario señaló que se necesitan homologar leyes y códigos penales en el país, profesionalizar y unificar los cuerpos de policía y actuar unidos, coordinados, en equipo como el pueblo mexicano que somos.
Según anunciaron funcionarios de gobierno, el presidente está convocando una reunión ampliada de todas las autoridades de los estados y principales alcaldías del país para tratar el tema de la seguridad. Sin embargo, el alcalde de la capital, indicó que no tiene planeada ninguna cita al respecto.
El domingo, miles de manifestantes vestido de blanco y portando pancartas en las que se leía frases como Ya basta, Fin a la impunidad y Me horrorizan los malos, pero más los buenos porque no hacen nada, recorrieron las calles capitalinas en un hecho que el escritor y politólogo Federico Reyes Heroles consideró un episodio central en la construcción de la nueva sociedad civil mexicana.
Entre los medios de comunicación se habló de entre 250.000 hasta dos millones de personas que asistieron a la marcha. No obstante esas marcadas diferencias, todos estuvieron de acuerdo en que fue la más concurrida de la que se tenga memoria en los últimos años y la única masiva que no estuvo dirigida o convocada por grupos políticos o gremiales.
Estoy muy molesta por lo que dijo hoy (este lunes) López Obrador, pues demostró que no tiene ni idea de qué es lo que nos llevó a la movilización del domingo, pero también con Fox, pues hubiera esperado de él medidas concretas, anuncios claros e inmediatos, dijo a IPS Inés Beltrán, una joven abogada que fue asaltada en su domicilio en mayo.
Como Beltrán, miles de personas que han sido víctimas de la delincuencia, especialmente en la capital y otras que sienten simplemente temerosas, se vistieron de blanco y acudieron a la marcha, donde se aplaudía de forma intermitente o se gritaba México, México….
Me robaron el coche (automóvil), a mi hijo lo asaltaron y a mi esposa la golpearon por no entregar su cartera a los rateros (ladrones), todo en los dos últimos meses. Esto no es vida, señaló a IPS Marcelo Blanco, mientras caminaba junto a su pequeña hija de dos años.
Atrás de Blanco, una señora en silla de ruedas llevaba un cartel que decía Secuestraron a mi hija y casi la matan y a su lado un hombre de alrededor de 50 años, que portaba una camiseta blanca en las que se leía pena de muerte, se quejaba de varios asaltos a su tienda de comestibles.
Que no se repita el error, costosísimo, inútil, autodestructivo, de adjudicarle la marcha a la ultraderecha, escribió el ensayista Carlos Monsiváis poco después de participar en la movilización.
En la marcha se desplegó lo evidente, lo que no vale siquiera discutir. En materia de la violencia delincuencial, las víctimas no se dividen en ideologías y en banderías, sostuvo Monsiváis.
César Zapata, un joven ingeniero agrónomo quien también estuvo en la marcha, declaró que hubiera esperado ver a Fox y a López Obrador comprometiéndose este lunes a realizar una reunión para hablar del combate a la delincuencia.
Pero vea el resultado, por una lado el presidente vuelve a la demagogia y por el otro hay un señor que ve complots en todo lado y que está ciego y sordo, añadió.
El alcalde capitalino, que acusa a Fox y a la derecha de complotar en su contra, afirmó que su administración está venciendo a la delincuencia, pero admitió que la percepción de la gente es otra, lo que atribuyó influencia de los medios de comunicación.
En los últimos 10 años se redujo el índice delictivo en la capital de 750 a 470 ilícitos por día gracias al trabajo de la policía y la alcaldía, aseguró.
Aseveró que sus cifras son auditables e invitó a quien quiera, a gente de buena voluntad, a comprobarlo.
Es una lástima que López Obrador no sé de cuenta que cualquier cifra que use es inútil, pues a quienes viven con miedo y a los miles que han sido víctimas de algún delito denunciado o no ante la policía, las estadísticas les parecen un insulto, pues se trata de dramas humanos, expresó a IPS el sociólogo Iván Laguna.
La marcha fue una expresión histórica que desbordó a sus organizadores y se transformó en un grito auténtico de la sociedad y no de grupos, ONG (organizaciones no gubernamentales), partidos o gremios, opinó.
El alcalde ahora sí que va a perder muchos puntos de respaldo, pues no ha sabido leer la situación de desesperación y miedo que hay por la delincuencia, sentenció.
La marcha del domingo, que fue inicialmente convocada por algunas ONG de corte empresarial luego de que trascendieron una serie de secuestros y asesinatos que impactaron a la opinión pública, fue tomando impulso con la adhesión de otros grupos y el apoyo de los medios de comunicación.
Finalmente, fue tal la cantidad de asistentes que llegaron el domingo a la marcha de la capital, que la mayoría de los observadores calificaron el hecho de histórico. En otras ciudades de México también se realizaron movilizaciones el domingo, todas pacíficas, pero en ninguna se superaron las 3.000 personas. (
