OTAN: ¿Quién es el enemigo?

Creada para hacer frente al antiguo bloque comunista, ahora devenido en capitalista, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) intenta reinventarse para sobrevivir.

La OTAN que comenzó este lunes una cumbre de dos días en Estambul, en medio de un masivo despliegue de seguridad, incluye entre sus 26 miembros a países ex soviéticos de Europa oriental e intenta profundizar su cooperación con Rusia, su antiguo archienemigo.

La alianza militar atlántica se fundó en 1949 como bastión contra la expansión del comunismo soviético, que había conquistado todo el este de Europa, era una amenaza creíble en países como Italia y Grecia, había enviado el primer ser humano al espacio y prometía "enterrar" al capitalismo.

Ahora que el muro de Berlín se convirtió en polvo y esa historia terminó, ¿quién es el enemigo? ¿Quién precisa a la OTAN? ¿Adónde debe dirigirse la organización, si es que debe seguir existiendo?

Mientras los líderes de la OTAN, desde el presidente estadounidense George W. Bush hasta el secretario general de la organización, Jaap de Hoop Scheffer, intentan revivir y dar cohesión a una alianza que perdió su unidad el año pasado, cuando Francia y Alemania se opusieron a la invasión de Iraq, la gente en la calle expresa su opinión sobre el futuro de la organización.

"La OTAN fue creada para servir a los intereses de Estados Unidos", comentó Bulent Karasu, médico de una clínica privada de Fethiye, una localidad turística del sur de Turquía.

"Y la alianza hace precisamente eso. Nunca ha hecho nada sin consentimiento de Estados Unidos. Si no, ¿por qué no puede proteger a los palestinos?", preguntó.

El alemán Dirk Heinen, dueño de un restaurante en Fethiye, opinó que todos los miembros de la organización deberían tener la misma voz. "Para obtener credibilidad, la OTAN debería convertirse en un foro contra la dominación de Estados Unidos. Debería generar y coordinar políticas y trasladarse del campo militar y político al humanitario", dijo.

Según Guy Pilbeam, ex alcalde de la ciudad británica de Stratford-upon-Avon y dueño de una residencia de verano en una isla frente a Fethiye, es desafortunado que "la OTAN siempre piense en resolver los asuntos militarmente".

Pero según el secretario general de la OTAN, la alianza está experimentando una "transformación" y surgirá "nueva" en varias áreas. "Crearemos una OTAN que lleve seguridad adonde sea necesario", declaró Scheffer.

La organización ya ha actuado más allá de los confines de sus países miembros, por ejemplo cuando envió una Fuerza de Estabilización a Bosnia-Herzegovina tras los acuerdos de Dayton (1995), y ahora en Afganistán, donde tiene fuerzas de seguridad y supervisará las elecciones de septiembre.

La OTAN también actuó en 1999 en la provincia serbia de Kosovo, aunque tarde, con el fin declarado de proteger a la mayoría albanesa de una "limpieza étnica".

¿Y qué de una intervención de la OTAN en Iraq? "Yes, please", ruega Bush, que busca por todos los medios salir de ese pantano antes de las elecciones presidenciales de noviembre. "Non, merci", dicen los presidentes de Francia y Alemania, renuentes al despliegue de la bandera de la alianza atlántica en Iraq.

Por ahora, los miembros acordaron en la cumbre de Estambul ofrecer entrenamiento a las fuerzas de seguridad del nuevo gobierno interino de Iraq, al que Estados Unidos transfirió una cuestionable soberanía este lunes, dos días antes de lo previsto. También decidieron ampliar sus operaciones de seguridad en Afganistán.

Sobre todo, con sus antiguos enemigos ahora dentro, la OTAN intenta adquirir un papel más importante en la guerra contra el "terrorismo internacional" mediante una fuerza de respuesta rápida de 22.000 miembros, aunque todavía no existe un acuerdo internacional sobre la definición de terrorismo.

La alianza militar también está abocada al combate del tráfico ilícito de drogas a través de las fronteras y de la proliferación de armas de destrucción masiva.

En el plano político, intenta abrir un diálogo entre Medio Oriente y países mediterráneos, y busca la cooperación con países de los Balcanes y de Asia central que antes estaban bajo la dominación soviética.

El terror que la OTAN se propuso combatir era evidente en el país anfitrión, que sufrió dos importantes atentados suicidas en Estambul atribuidos a grupos vinculados con Al Qaeda, la organización terrorista islámica dirigida por el saudí Osama bin Laden. Las bombas mataron a 60 personas en el consulado de Gran Bretaña y el banco HSBC el pasado noviembre.

Antes de la llegada del presidente Bush a la capital, Ankara, un atentado suicida con bomba en un autobús mató a cuatro personas en un autobús en Estambul, en la víspera del comienzo de la cumbre de la OTAN.

Estambul, con 12 millones de habitantes, enfrenta restricciones de tráfico sin precedentes, mientras miles de miembros de las fuerzas de seguridad vigilan la ciudad por tierra y aire. Decenas de miles de activistas protestan en la calle contra la OTAN desde hace semanas.

Ilnur Cevic, director del diario turco Daily News, opinó que "no se puede combatir al terrorismo con tropas regulares o fuerzas convencionales".

"Es hora de que los países de la OTAN establezcan una nueva fuerza para combatir grupos terroristas como Al Qaeda. Se deben usar métodos clandestinos para combatirlos con su propio juego", opinó.

El ex embajador turco Ozdem Sanberk opinó que si Estados Unidos abandona compromisos colectivos como el de la OTAN en favor de "coaliciones de los dispuestos" ad hoc, como la que promovió para invadir Iraq, "la razón de ser de la OTAN podría desaparecer".

Un soldado turco salió en defensa de la alianza. "¿Por qué todo este lío? La OTAN nos salvó del comunismo, y ayudó a modernizar nuestras fuerzas", dijo.

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