El nuevo gobierno de India se encamina a una colisión con el poderoso sector empresarial y la clase media próspera debido a su política de acción afirmativa o discriminación positiva de grupos socialmente marginados.
El anuncio de la gobernante Alianza Progresista Unida, encabezada por el Partido del Congreso, generó protestas del mundo empresarial, concentrado en la occidental ciudad portuaria y comercial de Mumbai (ex Bombai) y llamado popularmente India Inc.
Los planes del gobierno de dar prioridad en el empleo a miembros de la casta inferior de la sociedad hindú podrían perjudicar la productividad del sector privado y los esfuerzos por alcanzar la competitividad internacional, protestó Rahul Bajaj, propietario de una de las mayores fábricas de motociclos del mundo.
Bajaj advirtió que, si los planes siguen adelante, tendrá que reconsiderar inversiones adicionales.
Un industrial que solicitó reserva expresó preocupación por las sanciones previstas en el plan de acción afirmativa. ¿Qué sucede si no encontramos las personas adecuadas para el trabajo? Podríamos ser sancionados o tener que cerrar nuestro negocio, dijo.
El occidental estado de Maharashtra, cuya capital es Mumbai, se ha transformado en campo de prueba para la política gubernamental de acción afirmativa, anunciada el día 7 por el presidente Abdul Kalam en su discurso de inauguración del nuevo parlamento.
El gobierno es sensible a la cuestión de la acción afirmativa, incluso a las reservas (de empleos) en el sector privado, y desea acelerar el desarrollo socioeconómico y educativo de castas y tribus marginadas, declaró Abdul Kalam.
El hinduista Partido Bharatiya Janata (BJP), que fue desplazado en las últimas elecciones, y su antiguo aliado el partido fundamentalista hindú Shiv Sena ya declararon su oposición a la política de reservar cargos en el sector privado para las castas inferiores.
Pero el gobierno estadual de Maharashtra, encabezado por el ministro jefe S.K. Shinde, del Congreso, ya comenzó a golpear a las puertas de las principales empresas de Mumbai para preguntar qué medidas están tomando para cumplir con la nueva política. Shinde es un dalit o intocable en el sistema de castas hindú.
El grupo de hoteles Taj, que arrienda terrenos de primera clase al estado en la zona de Nariman Point, ya fue advertido de que su contrato de arrendamiento no le será renovado en 2005 a menos que reserve la mitad de todos los nuevos cargos vacantes para miembros de grupos marginados.
Según funcionarios gubernamentales, todas las empresas privadas que pretendan obtener renovaciones de contratos de arrendamiento en Maharashtra o recibir subsidios u otro tipo de asistencia del gobierno estadual deberán demostrar que han cumplido con la política de acción afirmativa.
El mismo principio se extendería gradualmente al resto de India.
La acción afirmativa no es nueva en India. La Constitución de 1950 contiene disposiciones para la reserva de puestos en empleos públicos, instituciones educativas y parlamentos estaduales y central.
Inicialmente, los beneficiarios eran los dalits y algunas tribus, pero cuando la política se extendió en 1990 a otros grupos socialmente marginados hasta abarcar la mitad de la población nacional, desató fuerzas políticas y sociales.
El ascenso del derechista BJP en los años 90 se debió en gran parte a la reacción de los hindúes de castas superiores, que se negaban a perder su tradicional dominio de los cargos influyentes.
Analistas atribuyen la victoria electoral del Congreso y sus aliados de izquierda en las elecciones de abril y mayo pasados al sentimiento de marginación de los grupos sociales desposeídos en el proceso de reforma estructural, dado que muchas de las empresas que fueron privatizadas bajo el gobierno del BJP abandonaron la política de acción afirmativa a que estaban obligadas cuando pertenecían al Estado.
Esta nueva política de reserva de empleos en el sector privado fue un intento poco disimulado (del Congreso) por recuperar votos perdidos, comentó el economista y analista político Anklesaria Aiyar. (