El Partido del Congreso de India retorna al poder, apoyado por sectores comunistas, con cierto bagaje diplomático de la guerra fría, en cuyo último cuarto de siglo mantuvo una alianza estratégica con la Unión Soviética y distancia de Estados Unidos.
El nuevo canciller indio, Natwar Singh, un diplomático de carrera devenido en político, es considerado un pragmático. Pero no estará tan ansioso por complacer a Estados Unidos como el gobierno del derechista e hinduista partido Bharatiya Janata, derrotado en las urnas el mes pasado.
Desde que asumió el cargo la semana pasada, Singh ha aclarado que no habrá soluciones rápidas a la disputa con Pakistán por Cachemira, que ya lleva medio siglo.
El funcionario se mostró decidido a jugar sus piezas con paciencia. Podemos aguantar. No creo que los pakistaníes puedan aguantar indefinidamente, dijo Singh entrevistado para la última edición del semanario Outlook.
Tal declaración y la crítica respuesta de Pakistán merecieron una aclaración especial del secretario de Asuntos Exteriores indio, Shashank, según la cual Nueva Delhi mantiene su compromiso con el diálogo iniciado por el gobierno anterior, encabezado por Atal Bihari Vajpayee.
El temor a que el proceso se frene fue aventado en parte por la conversación telefónica entablada el sábado por los primeros ministros Zafarullah Khan Jamali, de Pakistán, y Manmohan Singh, de India.
Por otra parte, la líder del Partido del Congreso, Sonia Ghandi, aceptó la invitación del presidente pakistaní Pervez Musharraf a cruzar la frontera. Ghandhi, la dirigente política más poderosa del país, condujo a su partido a la victoria electoral de mayo, pero renunció a encabezar el gobierno.
Aun así, es mucho más probable que Natwar Singh siga la tradicional política exterior del Partido del Congreso, que condujo a la intervención de India en la guerra civil pakistaní que resultó en la creación de Bangladesh como país independiente en 1971.
El enfrentamiento también derivó en el Acuerdo de Simla, según el cual los dos países se comprometían a solucionar las disputas pendientes, incluida Cachemira, por la vía bilateral. Pero Pakistán aspira a la participación de la población cachemira en el diálogo.
Para consternación de Islamabad, Natwar Singh ha afirmado reiteradamente que el Acuerdo de Simla es la piedra angular del vínculo indo-pakistaní.
La respuesta pakistaní ha sido la habitual. Islamabad probó el sábado otro de sus misiles capaces de cargar cabezas nucleares, y la organización armada islámica Hizb-ul-Mujaidín se atribuyó una emboscada contra un convoy paramilitar en Cachemira que dejó 30 muertos en mayo.
El Partido del Congreso considera que, tras la coincidencia total entre la política exterior de Estados Unidos y la del gobierno de Bharatiya Janata, es necesario un reacomodamiento.
Aplaudíamos cada pronunciamiento estadounidense, aun sin discusión, dijo Natwar Singh a Outlook.
Desde la oposición, el Partido del Congreso impidió que, como propuso Bharatiya Janata, el parlamento aceptara las solicitudes de tropas para Iraq formuladas por Estados Unidos.
Ahora, el gobierno anunció que seguirá su tradición de oponerse a las acciones militares unilaterales.
Mientras, los partidos comunistas proponen una política exterior de afinidad con China y Rusia, pero hasta ahora no la han impulsado con decisión.
Pero al parecer el nuevo gobierno no dejará sin efecto el acercamiento forjado por Bharatiya Janata con Estados Unidos, Pakistán e Israel.
El nuevo ministro de Defensa, Pranab Mukherjee, anunció, por ejemplo, que se respetarán los acuerdos de compra de armas a Israel, que se ha convertido en el segundo vendedor de equipo militar de India detrás de Rusia.
Al parecer, la intención del Partido del Congreso es establecer un diálogo con Estados Unidos en un pie de igualdad, en un marco que le permitirá criticar sus políticas u oponerse a ellas.
El Partido del Congreso gobernó India de forma ininterrumpida desde la independencia en 1947 hasta 1996. El sector fue derrotado en las urnas por el izquierdista Frente Unido, y en 1998 lo sucedió el partido conservador e hinduista Bharatiya Janata.
El Congreso logró en las elecciones de abril y mayo una mayoría relativa, muy dependiente del respaldo de los partidos comunistas, que unidos en el denominado Frente de Izquierda lograron la mejor votación de su historia.
India fue, con su primer jefe de gobierno Jawarharlal Nehru a la cabeza y junto con Egipto y Yugoslavia, uno de los principales impulsores del Movimiento de Países No Alineados, que postulaba la equidistancia de Estados Unidos y la Unión Soviética durante la guerra fría.
La invasión de China a Tibet en 1959, un fulminante ataque chino a India en 1962 y el apoyo de Estados Unidos a las reivindicaciones de Pakistán en Cachemira llevaron a Nueva Delhi a resolver un acercamiento con Moscú a partir de 1965, lo que atemperó su política de no alineación..
India y Pakistán se convirtieron, a pesar de su pobreza, en potencias nucleares en mayo de 1998. Entonces, India realizó pruebas con explosivos nucleares a las que siguieron ejercicios similares de Pakistán.
Pakistán fue creado en 1947 para albergar a los musulmanes del subcontinente indio tras su indepencia de Gran Bretaña.
Pero en su territorio no se incluyó el estado de Jammu y Cachemira, cuyo gobernante hindú declaró entonces la anexión de este territorio de mayoría musulmana a India.
Los dos países se enfrentaron en una guerra en 1947, hasta que la Organización de las Naciones Unidas intervino y delineó la denominada línea de control, que opera como frontera entre la Cachemira india y la pakistaní.
Nuevas guerras se sucedieron, en 1965 y 1971, que fortalecieron la línea de control como virtual frontera.
Pero en 1999, incursiones de militantes islámicos a través de la línea originaron varios enfrentamientos armados que llevaron a India y Pakistán cerca de una guerra declarada en el distrito de Kargil.