COMERCIO: Reglas incoherentes y desequilibrio

Benín, Burkina Faso, Chad y Mali lograron producir algodón de buena calidad y a costos más bajos que otros, pero lo que iba a ser un éxito se convirtió en una catástrofe, debido a las ”incoherencias” del comercio internacional.

La queja del embajador de Benín en Ginebra, Samuel Amehou, presentada en el primer día de la Semana de Comercio Exterior de Río de Janeiro, fue contra los abultados subsidios concedidos por Estados Unidos y la Unión Europea a sus agricultores.

En ese ”mercado contaminado”, los productores pueden ser competitivos, como los algodoneros africanos, ”pero no venden” o tienen que hacerlo a precios tan devaluados que abandonan la actividad y caen en la miseria, arruinando el comercio sin consumidores, como pasó en los países mencionados, observó Amehou.

Es una ”incoherencia” que la comunidad internacional declare como prioridad la lucha contra la pobreza, pero permita reglas que impiden un comercio justo del algodón, que podría reducir la pobreza africana.

Otra son las políticas de ajuste estructural en países pobres, donde los organismos financieros internacionales vedan los subsidios, mientras naciones ricas pueden aplicarlos, destacó Amehou.

La necesidad de reglas ”balanceadas” y más adecuadas a los países en desarrollo fue también reclamada por Mauricio Botelho, presidente de la Empresa Brasileña de Aeronáutica (Embraer), en ejemplo excepcional de éxito de una industria de alta tecnología en un país no industrializado.

Para lograr esas reglas, ”el multilateralismo es el mejor camino”, afirmó Botelho, después de recordar los seis años de una intensa batalla en la Organización Mundial de Comercio (OMC) contra la competidora canadiense Bombardier.

Ambas empresas, que disputan el mercado mundial de aviones pequeños, se acusaban mutuamente de exportar con créditos oficiales subsidiados. El proceso terminó por condenar a ambas partes, aunque identificando mayores subsidios canadienses.

La experiencia reveló que la financiación de exportaciones, para la OMC, sigue las reglas establecidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que reúne entre sus miembros a todos los países industriales.

La consecuencia son las ”desventajas estructurales para empresas establecidas en países en desarrollo”, señaló Botelho.

Embraer fue el caso exitoso presentado en la sesión inaugural de la Semana de Comercio Exterior de Río de Janeiro, un conjunto de diez seminarios y foros que anteceden la XI Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) que tendrá lugar en la meridional ciudad brasileña de Sao Paulo del 13 al 18 de junio.

Nacida estatal en los años 70 y privatizada en la década pasada, Embraer alcanzó a ser la empresa brasileña que más exportó desde 1999 a 2001, perdiendo ese lugar debido a la crisis en el sector provocado por los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

La industria aeronáutica, concentrada en manos de cuatro empresas, es un negocio global que involucra múltiples tecnologías avanzadas y realidades complejas, ya que cada avión contiene de 150.000 a 200.000 componentes que deben ser entregados en tiempos adecuados para el ensamblaje, destacó Botelho.

Pero es una excepción en países en desarrollo que difícilmente pueden competir con los industriales, por la escasez de capital y de tecnología.

Pero los productos dinámicos en materia de exportación no son sólo los de tecnología avanzada, pueden ser también de origen agrícola, señaló Rubens Ricupero, secretario general de la Unctad.

Algunas frutas, como el ananá, registran acelerada expansión en el comercio internacional, de hasta 25 por ciento al año, ejemplificó Ricupero al inaugurar el encuentro de Río.

Los países en desarrollo deben identificar estos productos de gran dinamismo en sus exportaciones, para ampliar su participación en el comercio internacional, ganar competitividad y, en muchos casos, reducir su vulnerabilidad a las crisis financieras debida al gran endeudamiento, recomendó.

Como ejemplo mencionó a Kenia, un país que poco tiempo atrás dependía en gran medida de sus ventas de café y hoy se ha convertido en el mayor exportador de flores cortadas a Europa. Además exporta muchas hortalizas preparadas y empaquetadas, incluso con sus precios electrónicos, lo que significa valor agregado, acotó.

Ricupero destacó asimismo que se necesita mayor atención a la oferta de productos. En su opinión, la economía de China es la que más crece en el mundo desde hace 23 años porque presenta una gran oferta en cantidad, calidad y precios competitivos.

México logró triplicar sus exportaciones en siete años, luego de adherir al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pero esta expansión se redujo a 2,3 por ciento el año pasado, porque no logró competir con la oferta china, sostuvo.

La intención declarada de Ricupero es hacer de esta Unctad y de los encuentros paralelos una oportunidad para identificar áreas y mecanismos que favorezcan un incremento del comercio como factor de desarrollo.

Esto es necesario especialmente para los países muy endeudados, como Brasil, para los cuales aumentar sus exportaciones es ”el único camino viable para reducir vulnerabilidades, una estrategia de vida o muerte”, concluyó.

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