El gobierno de Chile le restó importancia a las últimas decisiones adoptadas por Bolivia de ordenar la clausura de sus limitadas exportaciones de gas licuado al país, con el objetivo de no tensar aún más los vínculos con la nación vecina. Desde hace varios años que petroleras bolivianas vendían una pequeña cantidad de gas licuado de petróleo al septentrional puerto chileno de Arica, pero La Paz ordenó terminar con tales envíos hasta que esas exportaciones sean reguladas, aduciendo que se realizaban a un menor precio que el local. Esa medida se agregó a la decisión de caducar una licencia para la explotación del mineral ulexita desde el salar boliviano de Uyuni a la empresa de capitales chilenos Non Methallic.