Al abrir el martes la Novena Conferencia Nacional de Derechos Humanos, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, señaló que la solidaridad es la "siembra más difícil" y elogió a quienes se empeñan en esa tarea. Para que Brasil no se torne "un aglomerado sin rostro y sin alma", Lula resaltó que el gran desafío no es "sólo penalizar las violaciones a los derechos humanos" sino también construir una sociedad más humana y mayor conciencia social.