La escalada de violencia del movimiento de trabajadores desocupados también identificado como piqueteros por su modalidad de protesta de bloqueo de calles, y la falta de una respuesta por parte del Poder Ejecutivo derivarán en una ofensiva de los partidos de oposición con representación parlamentaria, que anticiparon que solicitarán la interpelación de los ministros Aníbal Fernández, del Interior, y Gustavo Beliz, de Justicia. El copamiento de una comisaría en el barrio La Boca de Buenos Aires por un grupo piquetero afín al gobierno también provocó el repudio y la crítica de los gobernadores José Manuel de la Sota, de la central provincia de Córdoba, y Jorge Sobisch, de la austral Neuquén.