Parejas de soldados argentinos patrullan las calles de la hipotética "ciudad sitiada", en la que un tanque de cemento, de 25 metros de altura, simula un edificio donde se realizan ejercicios de lanzamiento con cuerdas. También voluntarios toman clases de francés e inglés. Todo ello en preparación de la posible participación de una fuerza de paz en Haití, bajo el mando de la Organización de las Naciones Unidas, si el parlamento finalmente autoriza su salida del país. Se instruye, además, sobre ayuda alimentaria y sanitaria. Las actividades forman parte del entrenamiento final de los 180 oficiales, suboficiales y soldados voluntarios de la Infantería de Marina que, en pocas semanas más deberían partir hacia el país caribeño para sumarse fuerzas brasileñas, chilenas y uruguayas.
