INDIA: Triunfante paso al costado

La renuncia de Sonia Gandhi a la postulación como primera ministra de India demostró que, al guiar al Partido del Congreso hacia el triunfo electoral, se limitó a cumplir con su misión como integrante de la dinastía Nehru-Gandhi.

Gandhi asumió la responsabilidad de liderar al partido para dar continuidad al legado que recibió de su familia política, la misma que no sólo ocupó un puesto de honor en la gesta por la independencia, sino que también luchó hasta la muerte por la democracia, el pluralismo y la laicidad.

Y Sonia Gandhi logró su objetivo, a pesar de que este martes aclaró que no aspiraría al cargo de primera ministra, aunque sí aceptó continuar liderando el Partido del Congreso, ganador de los comicios.

”El cargo de primera ministra no era mi objetivo. Seguiré mi voz interior, la cual me dice que debo declinar con humildad ese cargo”, dijo Gandhi este martes la parlamento.

Algunos medios de prensa atribuyeron la marcha atrás de Sonia Gandhi a las presiones de sus hijos Rahul, de 33 años, y Priyanka, de 32.

Los jóvenes temían que su madre pudiera ser asesinada por fundamentalistas hindúes, siguiendo lo que algunos llaman la ”maldición de los Nehru-Gandhi”, asimilada, para muchos, con el sino de los integrantes de la estadounidense familia Kennedy.

”Se trata de un asunto familiar. Sus hijos le están diciendo: 'Perdimos a nuestro padre, y ahora no queremos perder a nuestra madre'”, dijo este martes el veterano líder del Partido Comunista de India, Jyoti Basu, quien mantuvo varias conversaciones con Gandhi en los últimos días.

”India es un país violento. Sus hijos tienen miedo y no les podemos dar seguridad”, añadió.

Sin embargo, Gandhi siempre había dejado en claro que, desde un comienzo, su único objetivo al participar en la campaña electoral era derrotar al hasta ahora gobernante partido nacionalista hindú Bharatiya Janata.

Así lo había señalado en una entrevista para el canal de noticias NDTV 24×7, semanas antes de los comicios, realizados entre el 20 de abril y el 10 de mayo.

En esa entrevista, dijo haber decidido volver a la actividad pública en 1998 —luego de siete años de alejamiento desde el asesinato de su esposo, el ex primer ministro Ranjiv Gandhi— debido al gran peso que significaba para su conciencia el legado de su familia política.

Medios locales dijeron que el ex ministro de Finanzas Manmohan Singh, de 71 años, impulsor de varias reformas económicas en los años 90, podría ser el elegido por Sonia Gandhi para el cargo de primer ministro.

Tras el anuncio este martes, la bolsa de la occidental ciudad india de Mumbai se recuperó 8,6 por ciento, luego de haber caído 12 por ciento el lunes.

La líder del Partido del Congreso nació en Italia. Su nombre de nacimiento es Sonia Maino. En 1968 se trasladó a India para casarse con Ranjiv Gandhi, obteniendo de esta manera la ciudadanía india y el célebre apellido de su esposo.

”Tengo fotografías de mi esposo y de mi suegra (Indira Gandhi, asesinada en 1984) en mi oficina, y cada vez que pasaba al lado de ellas sentía que no estaba cumpliendo mi deber, el deber de esta familia y del país”, dijo en la entrevista.

La familia Nehru-Gandhi le dio a India tres primer ministros: Jawaharlal Nehru (1947-1966), su hija Indira Gandhi (1966-1977 y 1980-1984) y su nieto Ranjiv Gandhi (1985-1989).

Pero el legado de esta familia es difícil de seguir para cualquiera, y mucho más para alguien que creció en la pequeña aldea italiana de Orbassano, y pasó la mayor parte de su vida como ama de casa.

Jawaharlal Nehru fue el primer ministro que abrió la vida independiente y democrática de India. Procuró establecer un país moderno y liberal que contrarrestara con el fundamentalismo reinante en el resto de Asia meridional.

Pero no le fue nada fácil. Tuvo siempre la resistencia de grupos grupos fundamentalistas hindúes como Rashtriya Swayamsevak Sangh, que colaboraron con los colonialistas británicos.

Integrantes de ese grupo fueron los que asesinaron al líder de la independencia Mahatma Gandhi, por promover el secularismo y la eliminación del sistema de castas.

A la muerte de Nehru en 1966, el Partido del Congreso pasó a ser dirigido por su hija Indira Gandhi, quien sería asesinada en 1984 por uno de sus guardaespaldas, de la religión sij.

Una nación que lloraba el asesinato de Indira, dueña del escenario político indio por dos décadas, no dudó en darle a su carismático hijo Ranjiv una abrumadora mayoría, con tres cuartos del parlamento.

Pero en 1989, su gobierno fue acusado de corrupción y víctima de una fuerte oposición fundamentalista.

Rajiv fue asesinado por militantes tamiles en un acto de la campaña electoral de 1991.

Al parecer, Sonia Gandhi fue convencida por sus seguidores de que asumiera el liderazgo del Partido del Congreso y ayudara a revivir los valores que caracterizaron a los gobiernos de la familia Nehru-Gandhi.

”Hubiera sido cobarde si me sentaba y sólo veía cómo las cosas se deterioraban en el Partido del Congreso, por el que mi suegra y toda la familia vivieron y murieron. Es por eso que yo tomé la decisión”, explicó al canal NDTV 24×7.

Sonia Gandhi ha sido siempre acusada de tener poca experiencia en política, pero en la entrevista mostró una gran firmeza en sus opiniones.

”Todos sabemos lo que significa el programa de ellos (los miembros de Bharatiya Janata). Este programa va en contra de todo por lo que mi familia peleó y luchó. Esto va a dividir al país”, advirtió.

Durante la campaña, Bharatiya Janata no sólo atacó con dureza los ”orígenes extranjeros” de Sonia Gandhi, sino en especial la sucesión dinástica en la política india de la familia Nehru-Gandhi.

Esto quedó claro luego de que el Partido del Congreso anunciara que su hijo, Rahul Gandhi, competiría por un cargo en el parlamento.

Poco después, Pramod Mahajan, uno de los líderes del Bharatiya Janata, convocó a una conferencia de prensa para anunciar que el partido sólo aceptaría a un primer ministro cuyos dos padres fueran originarios de India.

Luego de que la mayoría de los indios votaran al Partido del Congreso en las elecciones, el Bharatiya Janata lanzó una serie de ataques para imipedir que la dinastía Nehru-Gandhi volviera al poder.

El sábado, cuando el Partido del Congreso eligió a Sonia Gandhi como su líder en el parlamento, lo que significaba un paso para su elección como primera ministra, ella aceptó la designación.

La parlamentaria oficialista Sushma Swaraj prometió públicamente que renunciaría a su cargo en la Rajya Sabha (cámara alta del parlamento), se raparía la cabeza y vestiría de luto por unos días si ”esa mujer extranjera” era elegida primera ministra.

Mientras, la gobernadora del estado de Madhya Pradesh, Uma Bharti, anunció este martes que renunciará al cargo antes de que haya un ”gobierno extranjero en India”.

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