– Las elecciones generales en Filipinas concluyeron este lunes con pocas sorpresas, con la ciudadanía cansada tras una campaña con mucha farándula y pocas propuestas.
No vaya a las urnas si cree que ya está todo dicho, escribió Conrado de Quirós, columnista del diario Philippine Daily Inquirer. Las encuestas daban como seguros ganadores a la presidenta Gloria Macapagal Arroyo y al actor Fernando Poe Jr. como vicepresidente.
En Filipinas, es elegido vicepresidente el segundo candidato a presidente más votado. En los actos de violencia registrados en la jornada electoral murieron 29 personas, lo que eleva a más de 90 los fallecidos en tales circunstancias durante la campaña..
Algunos electores afirmaron haber ido a las urnas tras elegir por descarte, es decir al que consideraban menos malo de los cinco candidatos a presidente de este país de 80 millones de habitantes.
Más que antes, esta vez analicé mi lista de candidatos. Fue triste: elegí a la persona que no quería que ganara, dijo a IPS Hans Moran, profesor y miembro de la congregación religiosa católica De La Salle después de votar.
El escepticismo de este país que se destaca en la región por sus coloridas campañas electorales —en esta ocasión, con una variopinta variedad de candidatos a más de 17.000 cargos— también fue reflejado por comentaristas, analistas y medios de comunicación.
Si usted cree su voto a una candidata o candidato bueno y decente será un voto a la basura porque ella o él no tiene posibilidades de ganar, entonces no vote, sostuvo De Quiros en su columna.
El deber es votar lo mejor posible, no lo peor. El único voto que se tira es el que se arroja a los pies de quien no se lo merece porque 'ganará de todos modos'. Y el que ganará es quien no se lo merece, no usted, concluyó.
Para muchos de los más de 43 millones de ciudadanos con derecho a voto, las posibilidades se habían reducido a Arroyo y Poe, los únicos con posibilidades reales.
Setenta y cinco de los votantes acudieron a las urnas, entre ellos 65 por ciento de los más de 300.000 filipinos en el exterior habilitados para sufragar, informó el portavoz de la estatal Comisión Electora, Rex Borra.
Mientras se rumoreaba que uno de los candidatos, Raúl Roco, tenía cáncer, y cuestionamientos de la mayoritaria comunidad católica a la filiación evangelista de Eddie Villanueva, también aspirante a la presidencia, hubo un realineamiento de las simpatías en las semanas finales de la campaña.
El presidente de la firma encuestadora Pulse Asia, Rafael Lopa, sostuvo que muchos simpatizantes de Roco decidieron votar por Arroyo, previendo que su candidato preferido no ganaría. Roco había ganado votos antes, precisamente, a expensas de la presidenta.
Un quinto candidato, el senador y ex jefe de policía Pánfilo Lacson, le había restado adhesiones a Poe antes del tramo final de la campaña.
Las gestiones para lograr que la oposición se uniera en una candidatura común e impedir el triunfo de Arroyo fracasaron. La que sufre con la multiplicidad de candidatos es la oposición, explicó Lopa.
Los pocos puntos porcentuales de diferencia que marcaban las encuestas entre Arroyo y Poe sembraron el desencanto entre los votantes, cansados de promesas o de las manifestaciones de adhesión a las candidaturas por parte de figuras de la farándula.
Con tantas estrellas de cine alrededor, muchos de ellos candidatos al parlamento o a gobiernos locales, fue más una elección de personalidad e imagen que de plataformas reales y del futuro del país, afirmó Moran.
Arroyo logró, por ejemplo, la adhesión de comediantes y actores, entre ellos la conductora de programas de entrevistas Kris Aquino, hija de la ex presidenta Corazón Aquino.
Mientras, el ex presidente Joseph Estrada, él mismo un actor famoso, y el rey de la comedia filipina, Dolphy, apoyaron a Poe.
Arroyo asumió la presidencia luego de la caída de Estrada, su predecesor, acusado de corrupción, pero su pasaje por el gobierno es considerado mediocre por muchos filipinos. Treinta por ciento de la población vive en condiciones de pobreza.
Por lo menos los empresarios saben con quién tendrán que tratar, sostuvieron representantes del sector privado entrevistados por IPS. En ese sentido, Arroyo no representa incertidumbre, como sí Poe, un desertor del colegio secundario sin experiencia política.
No puedo creer que luego del juicio político a Estrada la gente pueda aún considerar un candidato como Poe, dijo Paolo Mercado, quien vota por primera vez.
El senador Joker Arroyo sostuvo que la elección era entre una corrupta y un estúpido. (