CUBA: México tiende la mano, pero rechaza injerencia

El gobierno de México dijo este jueves que extiende la mano a Cuba para recomponer sus vínculos, pero acusó a funcionarios de La Habana de apelar a mentiras para justificar su injerencia en asuntos domésticos.

La crisis con Cuba fue generada por ese país al inmiscuirse en asuntos mexicanos y al no respetar tratados internacionales vigentes, señalaron en una conferencia conjunta el canciller Luis Derbez y el secretario (ministro) de Gobernación (Interior), Santiago Creel.

En respuesta a la conferencia de prensa del miércoles del canciller cubano Felipe Pérez Roque, en la que acusó a México de provocar la crisis, Derbez y Creel indicaron que fue el jefe de la diplomacia de la nación caribeña quien engaño y trató de confundir con argumentos falsos.

Según el gobierno de Vicente Fox, las relaciones con Cuba se dañaron por las declaraciones de La Habana al deportar al empresario Carlos Ahumada, acusado de corrupción, por un discurso del presidente Fidel Castro en el que criticó a México y por el ingreso al país de funcionarios cubanos para tratar asuntos internos.

A su vez, molestó a La Habana la decisión de México en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, de votar una resolución desfavorable a la nación caribeña.

Según Pérez Roque, los tres elementos esgrimidos por México son sólo pretextos para provocar tensiones. A su entender, el verdadero motivo del distanciamiento está ligado al caso Ahumada, en el que estarían implicadas altas esferas del gobierno mexicano.

Cuba detuvo en marzo y deportó un mes más tarde a México al empresario, famoso por la difusión de unos vídeos en los que aparecía entregando dinero a políticos mexicanos izquierdistas en un aparente acto de soborno.

Derbez respondió que no hubo pretextos sino fundamentos y que la deportación de Ahumada en abril interrumpió un proceso de extradición, basado en un tratado que obligaba a los gobiernos a compartir información sobre cada caso.

Cuba decidió primero la deportación, luego la comunicó a Interpol (policía internacional) y finalmente la informó a México, y eso sólo debido a que la embajadora mexicana Roberta Lajous se enteró de la medida a través de medios de comunicación y pidió audiencia a la cancillería cubana para tratar el tema, dijo Derbez.

El canciller mexicano recordó que, junto a la deportación, Cuba emitió un comunicado en el que indicó que el caso Ahumada tenía una ”incuestionable connotación política”, frase que consideró un juicio de valor y una injerencia en asuntos que no le corresponden.

Además, rechazó la tesis cubana de que se decidió la deportación pues México no había pedido la extradición, cuando según tratados vigentes, aún quedaban 12 días de plazo para ese trámite.

El discurso de Fidel Castro el 1 de Mayo, afirmando que la política internacional de México se había hecho cenizas y que su gobierno permitía el libre tránsito de mercancías con Estados Unidos a cambio de la persecución y la muerte de inmigrantes mexicanos, fue considerado por Derbez como insultante y falso.

Finalmente, respecto de la presencia de miembros del Partido Comunista de Cuba en México para hablar con dirigentes locales, que el canciller Pérez Roque consideró normal, Creel señaló que no eran simples políticos cubanos, sino diplomáticos, así acreditados por sus pasaportes y forma de ingreso al país.

Si deseaban hablar sobre el caso Ahumada, ¿por qué no pidieron cita o visitaron directamente a funcionarios gubernamentales o a fiscales que tratan el caso del empresario?, preguntó Creel.

Según las leyes cubanas, el Comunista es un partido de Estado por lo que sus miembros son parte del aparato de gobierno. Por tanto, argumentó, se trata de funcionarios y no de simples militantes.

Respecto de la filmación exhibida por Pérez Roque en la que Ahumada confiesa a agentes cubanos que los vídeos fueron transmitidos en México luego de que ”ellos” (sin indicar quiénes) le ofrecieron protección y ayuda, Creel sostuvo que es poco creíble.

Ahumada confesó a la justicia mexicana que fue presionado en Cuba para decir tales cosas. Pero aunque fueran ciertas esas declaraciones, en México existen leyes e instituciones para procesar ese caso y serán las que determinarán la verdad, dijo el ministro.

Creel añadió que su país está sometido al escrutinio internacional en muchos ámbitos, como la justicia y los derechos humanos. En cambio en Cuba, eso no sucede, dijo.

Creel y Derbez rechazaron asimismo la acusación de Castro sobre el sometimiento de México a Washington, y señalaron como prueba la férrea oposición en 2003 a la guerra estadounidense contra Iraq.

También destacaron el juicio que México presentó contra Washington ante la Corte Internacional de Justicia sobre varios connacionales condenados a muerte en Estados Unidos, y enumeraron más de una docena de iniciativas de Cuba que el gobierno de Fox ha apoyado en foros internacionales.

México ”mantiene las manos extendidas a Cuba”, y quiere que las relaciones regresan a la cordialidad, pero eso sólo es posible con respeto, concluyó Derbez. (

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