CUBA: Castro convoca multitud pese a medidas impopulares

El gobierno cubano de Fidel Castro puso este viernes a prueba, con éxito, su capacidad de convocatoria para condenar la política de Washington hacia este país a escasos cuatro días de anunciar ajustes económicos, que hacen temer un alza general de precios.

Castro y su hermano Raúl, jefe de las instituciones armadas del país, encabezaron un desfile de protesta frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) en el cual participaron alrededor de un millón de personas según estimaciones oficiales.

La multitud, es sólo ”una pequeña parte de todo un pueblo valiente y heroico que quisiera estar aquí junto a nosotros si físicamente fuese posible”, dijo el gobernante en un discurso que tituló ”Proclama de un adversario al gobierno de Estados Unidos”.

A la marcha en repudio al anuncio de Washington, presentado como plan para una transición a la democracia en Cuba, fueron convocados, la noche del miércoles, las dos provincias habaneras (La Habana y Ciudad Habana), cuya población en conjunto alcanza a más de 2,8 millones de personas, en esta isla caribeña con más de 11 millones de habitantes.

Junto a millares de banderas cubanas que portaban los manifestantes pudo verse también las enseñas nacionales de Chile, Venezuela, Estados Unidos y de otros países de donde proceden estudiantes becados por el gobierno cubano para asistir a la Escuela Latinoamericana de Medicina.

El presidente Castro abrió la caminata y, a paso lento, hizo un tramo del recorrido junto, entre otros dirigentes, a Ramiro Valdés y Guillermo García Frías, comandantes de la Revolución que le acompañaron en la lucha guerrillera que lo llevó al poder en 1959.

Su participación causó cierta expectación en medios diplomáticos que, basados en que en la celebración del Día Internacional de los Trabajadores el último 1 de mayo transcurrió sin el tradicional desfile por la Plaza de la Revolución, esperaban que el mandatario se limitara sólo a pronunciar su discurso, anunciado en la víspera.

El gobernante usó una expresión de los luchadores de la antigua Roma para finalizar su discurso, en el que criticó fuertemente al presidente estadounidense George W. Bush por el endurecimiento de su política hacia la isla.

”Puesto que usted ha decidido que nuestra suerte está echada, tengo el placer de despedirme como los gladiadores romanos que iban a combatir en el circo: Salve, César, los que van a morir te saludan”, dijo Castro.

Seguidamente, aseguró lamentar que no podría ”siquiera verle la cara (a Bush), porque en ese caso usted estaría a miles de kilómetros de distancia, y yo estaré en la primera línea para morir combatiendo en defensa de mi patria”.

La marcha recorrió durante más de seis horas por el malecón (rambla) habanero, que bordea varios kilómetros de la costa norte de la capital del país, y los manifestantes subían el tono de sus consignas y elevaban las pancartas al pasar por las inmediaciones de la SINA.

El Ministerio del Trabajo decretó receso laboral para que los habitantes de La Habana y aledaños pudieran asistir a la demostración, la mayor y más prolongada que se haya realizado en los últimos años, según observadores.

Entre las pancartas pudo verse una fotografía de Bush con bigotes al estilo (Adolfo) Hitler y leyendas de ”abajo el fascismo”.

El programa de ayuda a una ”transición democrática” en Cuba dado a conocer el 6 de este mes por Bush, que prevé reforzar el embargo estadounidense de más de cuatro décadas, concitó también rechazo en sectores de la oposición.

Para el gobierno cubano, las propuestas presentadas a Bush por la llamada Comisión de Ayuda a una Cuba Libre constituyen ”provocaciones insólitas que destrozan las normas y los principios del derecho internacional”.

Esas recomendaciones son ”prácticamente una incitación al conflicto armado”, advirtió, a su vez, Eloy Gutiérrez Menoyo, el presidente de Cambio Cubano, una organización opositora creada en Estados Unidos, que regresó del exilio en agosto pasado pero aún carece de autorización oficial para residir en su país.

En una carta enviada al secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, el político cubano de origen español y antiguo compañero de guerrilla de Castro, alertó además sobre riesgo de que ”se genere una inquietud a lo largo de esta isla que podría desembocar en desórdenes públicos y hasta en un levantamiento de características imprevisibles”.

El plan de Bush propone asignar un fondo de hasta 59 millones de dólares a la puesta en marcha de las recomendaciones, que incluyen el nombramiento de un ”Coordinador de la transición”.

Ese funcionario estaría encargado en el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos de facilitar ”la aplicación ampliada de proyectos prodemocráticos de diplomacia pública y desarrollo de la sociedad civil para Cuba”.

Gutiérrez Menoyo consideró esa probable designación un ”insulto al pueblo de Cuba”, puesto que ”evoca los peores recuerdos de la época colonialista, en la que un procónsul supervisaba los destinos del país colonizado”.

Otras iniciativas proponen limitar las visitas familiares a Cuba a sólo un viaje cada tres años, reducen los viáticos por concepto de alimentación y alojamiento e imponen mayores controles sobre el envío de las remesas de dinero a la isla.

En tanto, el gobierno de Castro anunció el martes un grupo de 15 disposiciones de aplicación inmediata para responder a los planes estadounidenses, que en su opinión apunta directamente a estrangular el desarrollo y reducir los recursos en divisas del país.

Las medidas de Castro incluyen la suspensión ”hasta nuevo aviso” de las ventas en las tiendas que ofertan sus productos en divisa, con la sola excepción de aquellas dedicadas a los alimentos y artículos de aseo.

”Garantizaremos en primer lugar los bienes y servicios que sin privilegio de ninguna índole debe recibir el total de la población del país”, dijo la nota oficial con que se dio a conocer el paquete de resoluciones.

Sin embargo, buena parte de la población cubana reaccionó con inquietud ante la posibilidad de un alza generalizada de los precios, ya de por sí altos, en la red comercial en la moneda del país norteamericano.

Especialistas estiman que alrededor de 60 por ciento de los cubanos tienen acceso, por distintas vías, a esas dividas, cuya tenencia se liberalizó en la primera mitad de la década del 90. (

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