El presidente de Chile, Ricardo Lagos, propuso este viernes una reforma completa del sistema electoral heredado de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), argumentando que carece de representatividad y que puede conducir a la muerte de la democracia.
Lagos formuló ese planteamiento durante el Mensaje a la Nación con que cada 21 de mayo los presidentes inauguran el período de legislatura ordinaria en la sede del Congreso legislativo en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago.
El mensaje estuvo marcado por un énfasis en las políticas sociales, graficado por anuncios de aumentos en las pensiones para ancianos y de creación de un bono especial para que los sectores más pobres compensen alzas en las tarifas eléctricas y de transporte derivadas de la crisis en los suministros de gas natural desde Argentina.
Esta fue la penúltima presentación ante las dos cámaras legislativas de Lagos, un socialista moderado que accedió al gobierno en el año 2000 como candidato de la centroizquierdista Concertación por la Democracia y cuyo mandato finaliza el 11 de marzo de 2006.
Los anuncios del presidente, así como el relieve que dio a la gestión del gobierno en educación, salud y creación de empleo, no impidieron manifestaciones de grupos estudiantiles y sindicales en Valparaíso, que se enfrentaron a la policía (militarizada) de Carabineros, con la detención de unas 40 personas, según informes preliminares.
El inicio del tercio final de la gestión de Lagos está marcado por un apoyo al gobierno de 60 por ciento en las últimas encuestas de opinión, contrariamente a lo que ocurría un año atrás, cuando su popularidad decayó por actos de corrupción que comprometieron a ex ministros y a diputados de la coalición oficialista.
Dirigentes de organizaciones estudiantiles, ambientalistas y sindicales consultados por IPS hicieron sin embargo críticas evaluaciones de este tercer gobierno consecutivo de la Concertación, que a su juicio ha favorecido los intereses de los grupos empresariales.
En la Unión Demócrata Independiente (UDI), el mayor de los dos partidos de la oposición de derecha, los aspectos más controvertidos del discurso de Lagos fueron sus propuestas de cambio completo del sistema electoral que Pinochet instauró en 1987 para dar paso al plebiscito presidencial de octubre de 1988, en el cual el entonces dictador fue derrotado.
El presidente expresó su anhelo de que antes del fin de su gestión el parlamento apruebe la inscripción automática en los registros electorales con ejercicio voluntario del derecho al sufragio, invirtiendo así las normas vigentes de inscripción voluntaria y voto obligatorio.
Este planteamiento fue recibido con una prolongada ovación, al igual que la insistencia del presidente en eliminar los cargos de senadores designados y vitalicios, y en cambiar el sistema binominal que rige las elecciones de miembros de ambas cámaras legislativas.
Con ese sistema, se eligen dos representantes por cada uno de los 60 distritos de diputados y de las 19 circunscripciones senatoriales, lo que favorece a las dos grandes coaliciones: la Concertación por la Democracia y la Alianza por Chile, de los dos partidos de derecha, en perjuicio de fuerzas menores como los comunistas y ecologistas.
En el actual Parlamento, generado en las legislativas de diciembre de 2003, el oficialismo cuenta con una ligera ventaja de 63 diputados contra 57 de la derecha, mientras que en el Senado hay 20 representantes de la Concertación y 18 de la Alianza por Chile.
Lagos arguyó que de persistir este sistema se podría llegar en las próximas legislativas, de diciembre de 2005, a un empate en el Senado, en que importará más la negociación que la voluntad popular, lo cual puede conducir a la muerte de la democracia.
El mandatario resaltó que hay dos millones de jóvenes mayores de 18 años no inscritos en los registros electorales, e interpretó que eso expresa un rechazo a los mecanismos de votación y a la falta de representatividad del sistema binominal.
Insistió igualmente en la necesidad de eliminar las nueve senaturías llamadas institucionales, que se llenan con ex comandantes de las ramas militares y de Carabineros, ex jueces, ex rectores universitarios y ex titulares de la Contraloría General de la República, designados por sus correspondientes instituciones.
Para contar con una Constitución realmente democrática, será necesario también eliminar los cargos vitalicios de senador, que se otorgan a los ex presidentes, reponer al poder civil la facultad de remover mandos militares y reformar tanto el Tribunal Constitucional como el Consejo de Seguridad Nacional heredados de la dictadura, alegó Lagos.
El senador Jovino Novoa, presidente de la UDI, anticipó que de ninguna manera su partido apoyará las reformas constitucionales en la forma planteada por Lagos, en especial en lo que respecta al sistema binominal, fundamento, según dijo, de la institucionalidad sólida que distingue a Chile de otros países latinoamericanos.
Novoa criticó, al igual que otros legisladores derechistas, la omisión en el mensaje de los temas de la corrupción y de seguridad ciudadana. El presidente debió haber enfrentado el problema de la delincuencia con mucha mayor profundidad y reconociendo que está fracasando, sostuvo.
Sandra Saavedra, secretaria general de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, dijo a IPS que la gestión de Lagos ha profundizado el sistema neoliberal y las desigualdades sociales. Al presidente le ha faltado escuchar a las organizaciones sociales, a los jóvenes. Eso le habría solucionado varios conflictos, señaló.
Saavedra identificó como una de las grandes carencias del actual gobierno el no hacerse cargo de los problemas de presupuesto de las universidades estatales y de un sistema equilibrado de financiamiento para los estudios de los jóvenes de menores ingresos.
Si yo fuera empresario, diría que (Lagos) es un presidente excelente, indicó a IPS el economista ambientalista Marcel Claude, vicepresidente de la organización Oceana para América del Sur y la Antártica.
La gestión del actual gobierno desluce desde el punto de vista de la justicia, de la democracia, del acceso a la información, a la libertad de expresión, agregó Claude, quien acusó a Lagos de acceder a las demandas de los empresarios en desmedro de las aspiraciones de cambio que representó en su campaña electoral.
Para la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la mayor matriz sindical chilena, Lagos debe dar cumplimiento en la fase final de su mandato a un plan social que implique mayor protección para los trabajadores, aumente su poder adquisitivo y ponga fin a la flexibilidad laboral que implica inestabilidad en el empleo.
Marco Canales, consejero nacional de la CUT, dijo a IPS que cada año es peor la situación social y mejor la del empresariado. Si el gobierno no da respuesta a un petitorio que la central sindical le entregó el día 19, se convocará a un nuevo paro nacional el 27 de julio, anunció. (