Unos 30 mil testimonios recibió la Comisión Nacional sobre la Tortura en Chile, que el martes, después de seis meses y sin ampliaciones de atención, cerró la fase de recepción de los casos que recibirán las reparaciones "austeras y simbólicas", como anunciara el presidente Ricardo Lagos en su propuesta de derechos humanos. Los antecedentes permitirán además crear un histórico registro de lo sucedido en los centros de detención entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990, lapso de la dictadura del general Augusto Pinochet. El cierre de las solicitudes de entrevista se produjo en medio de discrepancias, aunque todos los que alcanzaron a inscribirse serán atendidos. Organizaciones de derechos humanos insisten en que debió haber una prórroga, hasta por tres meses, como lo facultaba el proyecto que creó la comisión. "Se ha cortado la posibilidad de haber hecho el máximo esfuerzo, para que el registro quedara lo más completo posible", dijo Mireya García, de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
