Brasil ha mostrado fallas en la lucha contra las violaciones a los derechos humanos en 2003, según el informe anual de Amnistía Internacional. A pesar de sus esfuerzos para desarrollar una política de seguridad pública nacional, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva no pudo frenar los abusos y las muertes de miles de jóvenes, en particular negros y pobres, a manos de la policía, señala el texto de la organización humanitaria con sede en Londres.