El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, defendió la línea "dura" de su equipo económico, al negar el lunes los pedidos de liberación de recursos presentado por los alcaldes de 21 ciudades. Lula también advirtió sobre las consecuencias que puede acarrear a la economía local el constante aumento del precio internacional del petróleo. "En materia de finanzas, lo que me preocupa es cuando un equipe atiende cualquier pedido", dijo el mandatario.