El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el marco de la audiencia otorgada el lunes a delegados de 25 etnias indígenas, reconoció las dificultades que afronta para gobernar un país tan complejo como este y que muchas de las decisiones que se toman no dependen exclusivamente del Poder Ejecutivo. Los líderes de comunidades del noroeste brasileño pidieron a Lula que confirme la delimitación de sus tierras, una instancia ya aprobada el año pasado.