El gobierno argentino resolvió aplicar una retención del 20 por ciento a las exportaciones de gas natural y destinar esos ingresos que oscilarían en torno de los 60 millones de dólares anuales a la construcción de nuevos gasoductos. Es la primera vez que se castiga la exportación de gas natural con un impuesto. La medida sorprendió a las empresas y genera un nuevo foco de tensión en la relación que mantienen con el gobierno. La medida fue anunciada el miércoles por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien sostuvo que "la carga fiscal a las ventas externas de gas natural se inscribe en la misma lógica por la cual hace unos días se aplicaron ajustes en las retenciones que tienen los hidrocarburos".