La impresión general en Estados Unidos es que el primer año de presidencia en Argentina de Néstor Kirchner, que se cumple este martes, fue mejor de lo que se esperaba. Sin embargo, todavía persisten interrogantes sobre el futuro y la voluntad del gobierno para encarar problemas estructurales de fondo, en los que se ponga en juego la popularidad del mandatario. Un año atrás, la incertidumbre sobre Kirchner era el común denominador, tanto en el gobierno estadounidense de George W. Bush como en el sector empresarial. La resolución del problema de la deuda continúa siendo el principal reto para el gobierno argentino, ya que se lo considera el paso obligado para crear un clima que aliente el retorno de la inversión para consolidar la recuperación económica.