El Fondo Monetario Internacional (FMI) está muy preocupado por los 15.000 millones de dólares que le adeuda Argentina. Por eso, reclama que el gobierno de Néstor Kirchner llegue lo más rápidamente posible a un acuerdo con los acreedores privados con títulos de deuda pública congelada desde fines de 2001, para poder tomar nuevamente créditos en el mercado internacional con los cuales empezar a achicar sus compromisos con el FMI. Las deudas sumadas de Argentina, Brasil y Turquía alcanza a los 63.600 millones de dólares, nada menos que 65 por ciento de los préstamos otorgados en el mundo. Semejante "concentración del riesgo crediticio" es récord.