Sin tono populista ni sesgos antiprivatistas, el candidato a presidente de Uruguay por el izquierdista Encuentro Progresista, Tabaré Vázquez, aseguró el martes en Buenos Aires que "no aumentará la presión fiscal" si logra llegar al gobierno el 1 de marzo de 2005, además de prometer que en el sistema financiero imperará "el respeto al ordenamiento jurídico vigente". Quiso ser claro, cediendo al economista Walter Cancela las respuestas de orden económico, frente a unos 400 empresarios y banqueros argentinos cuyas preguntas apuntaron, sobre todo, a la seguridad de las inversiones y de los capitales. Vázquez no mantuvo contactos, al menos en público, con el gobierno de Néstor Kirchner. "No tenemos nada en contra, pero queremos evitar el chauvinismo en la relación", dijo a La Nación uno de sus acompañantes. En su visita anterior este mes, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había expresado el apoyo gubernamental a Vázquez, lo cual provocó malestar en el gobierno y líderes competidores en Uruguay.
