MUSICA-CHILE: Rey del Twist ataca de nuevo

Venerado y vilipendiado por igual, icono y dinosaurio del movimiento de la Nueva Ola de los años 60 en Chile, Luis Dimas, el criollo ”Rey del Twist”, celebrará en mayo sus 45 años de trayectoria artística con el lanzamiento de un disco compacto.

Con 60 años a cuestas, y tras una década de ausencia de los estudios de grabación, Dimas hizo un anticipo de ese trabajo este jueves, durante el concierto de una hora y 40 minutos que ofreció en el Teatro Municipal de Ñuñoa, un municipio de clase media alta del sector centrooriental de Santiago.

”Cuando seamos viejos” es el nombre del nuevo disco, inspirado en una canción del mexicano Raúl Vale incluida junto ”a una selección de clásicos”, indicó el cantante en vísperas de su recital.

Fiel a la tradición de interpretar composiciones ajenas, Dimas copó su concierto en Ñuñoa con un recorrido por ilustres de la música popular, desde el argentino Carlos Gardel hasta el tanzanio-británico Freddie Mercury, pasando por los estadounidenses Louis Armstrong, Frank Sinatra, Elvis Presley y Ray Charles, y los británicos The Beatles y Joe Cocker.

El espectáculo se realizó a beneficio de Belarmino Quinteros, un anciano de 84 años que debe pagar una millonaria cirugía al corazón, e incluyó las canciones con que el Rey del Twist marcó época en la música popular chilena desde 1959: ”Penas juveniles”, ”Muñequita”, ”Señorita desconocida”, ”Llévame a la luna” y ”Mi secreto”, entre otras.

Personaje contradictorio este Luis Dimas, cuyas presentaciones desbordan salas, que desata polémicas con sus dichos y arrastra una legión de seguidores, mientras otros aficionados a la música lo consideran un simple imitador sin jerarquía artística.

Personaje también pintoresco, cuya biografía registra un papel protagónico en el filme ”Takilleitor” (1991), del entonces joven director Daniel de la Vega, considerado unánimemente por la crítica como una de las peores películas en la historia del cine chileno.

Otro episodio anecdótico en su vida fue el lanzamiento en 2003 de la ”Biografía no autorizada de Luis Dimas”, que él mismo firmó como autor, aunque pagó a quien la escribió. ”La AEP (Asociación de Editores Piratas) intentó evitar la publicación del libro, burdo y de mal gusto, pero no lo logró”, según un chiste que circuló en la farándula local.

Dimas alega que es discriminado en los reconocimientos artísticos por su condición de derechista que respaldó a la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).

Pero la política no es su fuerte. En los comicios municipales de 1996 se postuló a concejal en la lista del Partido Renovación Nacional en Renca, un municipio popular del noroeste de Santiago, y obtuvo apenas 3,4 por ciento de los votos.

Distinta es su cosecha de éxitos en el mundo artístico local, donde ha reunido en estos 45 años 182 premios, incluyendo ocho ”laureles de oro” otorgados por el diario La Cuarta), cuatro discos de platino por ventas de más de 75.000 copias, nueve discos de oro por ventas de más de 50.000, y dos ”gaviotas” del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.

De cualquier modo, el Rey del Twist es un referente en los anales de la música popular de este país. El 19 de septiembre de 2003, el legendario grupo Los Jaivas, de fusión entre folklore y rock, lo invitó a compartir el escenario de la Quinta Vergara en Viña del Mar, en el concierto con que celebró sus 40 años de trayectoria musical.

La razón fue que el primer tema que como aficionados interpretaron Los Jaivas fue ”Sueña”, una balada de Jorge Pedreros con el que Dimas apareció en las radioemisoras a comienzos de los años 60, y que grabó cuando tenía solo 16 años.

Desde ahí se proyectó al Movimiento de la Nueva Ola, integrado por una pléyade de jóvenes cantantes que recreaban en español éxitos originales en italiano o inglés.

Dimas, cuyo nombre real es Luis Misle Troncoso, tiene ancestros palestinos e italianos, y sostiene sin pudor que ”en la Nueva Ola, mal que les pese, fui el rey”, aunque su fama nunca trascendió las fronteras chilenas, pese a que vivió muchos años en Argentina, Perú, Estados Unidos y Canadá, desde donde regresó a Chile en 1984.

Desde fines de los años 90 y en el inicio del nuevo siglo, la llamada ”onda retro” posibilitó un vigoroso reciclaje de los ídolos sesenteros. El ”Clan de la Nueva Ola” convocó a los adolescentes de hace 40 años, que llenaron teatros, gimnasios y estadios techados para revivir sus ilusiones de antaño en maratónicas presentaciones.

El año 2000 surgió en el dial de frecuencia modulada de Santiago la emisora Oasis, que se encumbró prontamente a los primeros lugares de sintonía con una programación basada exclusivamente en artistas de la música popular de los 60, en su mayoría chilenos, aunque también con las presencias infaltables de Leonardo Favio, Paul Anka y Neil Sedaka.

En la nostalgia del pop y en su proyección presente, Dimas tiene ganado un lugar. ”Es el más grande 'showman' chileno de todos los tiempos y un gran pionero”, sostuvo Mario Rojas en un foro del diario Las Ultimas Noticias.

Distinta fue la opinión en el mismo debate de Claudia Molina. ”Luis Dimas y el resto de la Nueva Ola no han hecho nada nuevo, ni han creado obras que se puedan catalogar como un trabajo constante en el tiempo”, sentenció. (

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