El canciller cubano Felipe Pérez Roque descartó tajantemente que su gobierno intente negociar con México un voto favorable a La Habana en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU a cambio de la extradición del prófugo de la justicia mexicana Carlos Ahumada.
El empresario Ahumada, acusado en México de fraude y lavado de dinero y arrestado la semana pasada en Cuba en cumplimiento de una orden de captura internacional, fue puesto este lunes bajo prisión provisional.
"Cuba jamás mezclaría el voto del gobierno de México en la Comisión de Derechos Humanos con el tema del señor (Carlos) Ahumada", dijo el jefe de la diplomacia cubana, un par de horas antes de que un reporte oficial brindara detalles sobre el caso.
Ante preguntas de la prensa extranjera, Pérez Roque reiteró que su país jamás usaría el tema como pieza de cambio, como método de chantaje. "Esos no son nuestros métodos, esa no es nuestra ética, no es nuestra manera de actuar", dijo el canciller.
La prisión provisional da al gobierno mexicano 40 días para fundar su demanda de extradición, de acuerdo al tratado vigente entre ambos países, pero no hay plazo para la respuesta.
Un comunicado del fiscal Lorenzo Palenzuela Páez aclaró este lunes a mediodía que Cuba no ha recibido aún una solicitud en ese sentido y dio a entender que continuaría sus investigaciones.
El arresto de Ahumada ocurre en medio de los debates en Ginebra de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) ámbito en el que en 2002 y 2003 el gobierno de Vicente Fox cambió la tradicional abstención mexicana por un voto de censura a Cuba en la materia.
En el seno del máximo organismo de la ONU en cuestión de derechos humanos, tocará a Honduras este año presentar una moción contra Cuba, promovida por Estados Unidos, afirmó la semana pasada el canciller cubano.
A juicio de Pérez Roque, la actual administración mexicana carece de razones para apoyar una resolución sobre su país que "ayude a fabricar" una justificación para el embargo estadounidense contra Cuba, de más de cuatro décadas.
Ahumada fue arrestado en la capital cubana por personal de seguridad del Estado en la mañana del martes 30 de marzo. La fiscalía le impuso este lunes la medida cautelar de prisión, según Palenzuela Páez.
El empresario, nacido en Argentina y naturalizado mexicano, está involucrado en un escándalo de corrupción que mancha a varios políticos mexicanos, y permanecía prófugo desde inicios de marzo, cuando fue acusado de lavado de dinero y fraude por la justicia mexicana. Ahumada ingresó a Cuba el 27 de febrero con visa de turista, pero en el aeropuerto reportó "falsamente" un lugar distinto al que usó para hospedarse, una casa particular de alquiler situada en el céntrico municipio habanero de Plaza.
La legislación cubana dispone que los arrendatarios de habitaciones con licencia para albergar visitantes extranjeros deban inscribir a sus huéspedes en las oficinas del Departamento de Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior.
Las autoridades cubanas actuaron según petición de la Interpol (Policía Internacional) del 12 de marzo y de una nota del 31 de marzo de la embajada mexicana en Cuba, que solicitaban la detención provisional con fines de extradición internacional. En esa nota diplomática se acusó a Ahumada de "probable responsable en la comisión del delito de fraude genérico, cometido en agravio del gobierno del Distrito Federal, ilícito previsto y sancionado por el artículo 230 del Código Penal para el Distrito Federal", en referencia a la capital mexicana.
Interpol, en tanto, especificó que el empresario era buscado "en relación a un caso de operaciones con recursos de procedencia ilícita (lavado de dinero)".
Ahumada es acusado de haber pagado sobornos a funcionarios de la alcaldía de la capital mexicana para obtener contratos para sus empresas constructoras.
Una serie de vídeos divulgados por televisión (y presuntamente filmados por orden de Ahumada) lo muestran entregando dinero a funcionarios o dirigentes del izquierdista Partido de la Revolución Democrática, que gobierna el Distrito Federal y es opositor a la administración centroderechista de Fox.
Tras calificar el caso de "delicado" y de "incuestionable connotación política", la fiscalía advirtió que los hechos imputados a Ahumada "ponen en riesgo la seguridad del Estado cubano, en una coyuntura especialmente peligrosa para el país".
En ese sentido, insistió en que Cuba es víctima frecuente de campañas de desinformación que intentan presentar al país como lugar de refugio de delincuentes, vincularlo con graves delitos transnacionales o involucrarlo en asuntos internos de otros Estados con el objetivo de dañar sus relaciones con éstos.
Según el fiscal, "aún no se ha recibido solicitud alguna de extradición por parte del gobierno mexicano que permita tomar otra decisión sobre esa base como alternativa de las medidas aplicables por los delitos que pueda haber cometido contra nuestras leyes".
Empero, la fiscalía reconoce que las imputaciones contra Ahumada constituyen delitos establecidos en el Código Penal cubano e infringen gravemente convenciones internacionales para el enfrentamiento del delito transnacional de las que Cuba es parte.
Ello "aconseja la ampliación y profundidad de las investigaciones, de conformidad con lo establecido por la Ley de Procedimiento Penal", remató el reporte del fiscal.
El detenido tiene derecho a designar abogado defensor que lo represente y proponga pruebas a su favor, y a visitas consulares, de conformidad con la Convención de Viena, añade el comunicado.
La fiscalía no especificó en lugar donde se encuentra recluido Ahumada, cuyo caso amenaza con convertirse en una interminable novela por entregas cuyo final es aún impredecible, dado el bajo nivel de las relaciones bilaterales.
El tratado de extradición bilateral, vigente desde 1930, se ha aplicado 11 veces desde 1990 con relación a ciudadanos mexicanos solicitados a Cuba por autoridades del país norteamericano.
A la vez, en 13 ocasiones ciudadanos cubanos que se encontraban en México fueron extraditados hacia Cuba en virtud de ese convenio, dijo el canciller cubano el 31 de marzo, en la primera información oficial sobre el tema.
