El gobierno de Cuba entregó a la alcaldía de la capital mexicana y al izquierdista PRD, golpeados por denuncias de corrupción, información privilegiada sobre el empresario Carlos Ahumada, detenido en marzo en esa isla y deportado el miércoles de forma sorpresiva.
Todo lo que la policía cubana averiguó sobre Ahumada, quien huyó de México tras la difusión de videos donde se lo muestra entregando dinero a personas cercanas al gobierno de la capital y al PRD (Partido de la Revolución Democrática), le fue informado a dirigentes de esa fuerza política mexicana durante una cita realizada en la víspera, según fuentes de la propia izquierda.
Aunque el PRD, que gobierna la ciudad de México desde 1997, negó la versión recogida por el diario local Reforma, IPS confirmó con dos fuentes distintas de ese partido que la reunión efectivamente se hizo y que fue en los salones de la embajada de La Habana en este país.
Las fuentes indicaron además que el gobierno cubano de Fidel Castro hizo llegar un informe escrito sobre el caso Ahumada a la alcaldía de México, a cargo de Andrés López Obrador, del PRD y potencial candidato presidencial para las elecciones de 2006.
Observadores locales entienden que La Habana prefirió dar armas de defensa a sus amigos en México que entregar información al gobierno nacional del presidente Vicente Fox, con quien mantiene un evidente distanciamiento.
Por su parte, el ex canciller Jorge Castañeda opinó que lo hecho por Cuba en el caso Ahumada fue una clara intromisión en asuntos internos de México.
Tras informar de la deportación del empresario, el gobierno cubano indicó en un comunicado que el asunto tiene tintes políticos y que el inculpado asegura que la operación realizada con empleo de videos sobre corrupción, difundidos en México, fue calculada deliberadamente para alcanzar objetivos políticos y planificada con meses de antelación.
La cancillería mexicana respondió que lo dicho por Cuba es inadmisible, pues hace juicios de valor que no vienen al caso. En cambio, López Obrador destacó este jueves que la versión cubana coincide plenamente con la suya.
En los últimos tres años, las otrora estrechas y complacientes relaciones entre Cuba y México pasaron a terrenos de enfrentamientos, por los cuestionamientos que el gobierno de Fox hizo hacia la política de derechos humanos de esa isla caribeña.
Ahora, Cuba deportó a Ahumada cuando México estaba a punto de entregar el pedido de extradición y luego de haber interrogado al empresario en varias ocasiones.
En tanto, con quien no parece tener ninguna tensión La Habana es con el PRD, agrupación que se opone radicalmente a que México cuestione a Cuba en materia humanitaria.
Poco después de la detención de Ahumada por pedido de la policía mexicana, Cuauhtémoc Cárdenas, ex candidato presidencial de ese partido, viajó a la Habana para sostener supuestas conversaciones con funcionarios de Castro sobre el empresario, versión que no ha sido confirmada.
Además, las visitas de dirigentes del PRD a la isla son continuas, ya sea por turismo o para mantener intercambios políticos.
López Obrador afirmó que no tuvo ningún contacto con Cuba para negociar la deportación de Ahumada, pero declaró que ahora está más claro que el llamado videoescándalo es parte de un complot en su contra planificado por funcionarios del gobierno de Fox y de la derecha.
En los videos en cuestión se ven imágenes de Ahumada al parecer entregando dólares a René Bejarano, ex secretario particular de López Obrador y jefe de la bancada del PRD en la Asamblea Legislativa de la capital, y a otros miembros de ese partido.
Además, poco después de su difusión se señaló que Rosario Robles, ex presidenta del PRD, mantenía una relación amorosa con el empresario y se denunció que varias obras de infraestructura física contratadas por autoridades capitalinas habrían sido entregadas a firmas de Ahumada sin licitación. También, se acusó a la alcaldía de pagar algunas de ellas aun antes de ser construidas.
El PRD gobierna la ciudad desde 1997, cuando se realizaron las primeras elecciones para alcalde de la capital. Por el cargo han pasado Cárdenas, ex candidato presidencial por el mismo partido, Rosario Robles y desde 2001 López Obrador.
Con los videos de Ahumada, que sucedieron a otro en el que aparece Gustavo Ponce, ex jefe de finanzas de la capital, apostando en un casino de Las Vegas, las preferencias políticas hacia López Obrador sufrieron una merma.
Sin embargo, el alcalde se mantiene a la cabeza de todas las encuestas en las que se pregunta ¿por quién votaría si hoy fueran las elecciones presidenciales?.
Ojalá que quienes tramaron este plan de ataque (en contra del alcalde), sobre todo los funcionarios públicos del gobierno federal, entiendan de una vez que no se deben utilizar los órganos del Estado de manera facciosa, declaró López Obrador.
El gobierno de Fox niega rotundamente tener un plan contra el alcalde y le sugiere concentrarse en combatir la corrupción.
Las diferencias políticas deben resolverse con diálogo, debate, confrontación de ideas y proyectos, no con estrategias de aniquilamiento como si se tratara de destruir al enemigo y no de vencer en buena lid al adversario, respondió López Obrador.
El alcalde se comprometió a no dejar en la impunidad a quienes estén involucrados en casos de corrupción, trátese de quien se trate, afirmó.
En los hechos seguiremos demostrando que no somos iguales (al gobierno), que no establecemos relaciones de complicidad ni aceptamos componendas de ninguna índole, apuntó.
Sobre Ahumada, detenido ahora en una cárcel de la capital regentada por la alcaldía, afirmó que será tratado como cualquier otro ciudadano y que no habrá ánimo de venganza en su contra, represalias ni mucho menos violación a sus derechos humanos.