Uruguay negocia a ritmo acelerado con Brasil la compra de energía eléctrica, que según el preacuerdo alcanzado el martes saldrá del excedente del flujo que en las próximas horas comenzará a transitar por la conexión entre el sur brasileño y Argentina, epicentro de la crisis energética que ya afecta buena parte del Cono Sur americano. La urgencia uruguaya surge de la peor caída de producción desde su fundación de la represa Salto Grande, compartida con Argentina, que sólo opera a 10 por ciento de su capacidad debido a la bajante del río Uruguay que la alimenta.