La decisión del presiente de Chile, Ricardo Lagos, de expresar públicamente su irritación por las restricciones impuestas por Argentina a la venta de gas natural es, según fuentes de gobierno, una prueba de las críticas por lo que entiende es un errático manejo que ha tenido la administración de Néstor Kirchner en el tema. "El presidente está tranquilo, pero también muy enojado, porque existe la sensación de que el gobierno argentino todavía no ha apreciado la verdadera magnitud del problema para Chile y también para la integración entre los dos países", aseguró un portavoz de Santiago. Lagos afirmó el sábado a la local Radio Bío Bío que la decisión de Buenos Aires de recortar el suministro de gas a Chile "introdujo una disminución en las confianzas". "Entiendo las razones por las cuales Kirchner, por políticas internas, dicta un decreto. No puedo decir lo que debe hacer el presidente Kirchner, sino las consecuencias para las relaciones con Chile. El problema es que las relaciones se trizaron un poco", afirmó Lagos.