El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, tras reunirse el miércoles por cinco horas con ocho de sus ministros y los líderes del gobierno en el Congreso legislativo, descartó con énfasis anunciar previamente el nuevo valor del salario mínimo nacional, que por ley se modifica cada 1 de mayo, porque puede producir un aumento notable de la inflación. La distancia entre el poder de compra de los salarios y el mínimo impuesto por el gobierno fue una de las peores herencias recibidas por Lula de manos del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, según indicaron los portavoces.