Estados Unidos puede sufrir esta semana el mayor revés desde que aplica subsidios a su producción agropecuaria, con una sanción de parte de la Organización Mundial del Comercio. Al menos eso es lo que aspira Brasil, que en 2002 presentó ante ese organismo multilateral una queja contra Washington por su protección a la exportación de algodón. Otra decena de países, principalmente de Africa, acompañan atentamente porque pueden ser beneficiados ante una resolución favorable a Brasilia.