El ministro de Economía de Argentina, Roberto Lavagna, escuchó el mismo reclamo hasta minutos antes de subirse al avión que anoche lo trajo de regreso a su país. El último fue expresado por la directora en funciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), Anne Krueger, pero horas antes habían sido los ministros de Finanzas y Economía de Grupo de los países europeos más poderosos. Todos quieren lo mismo: que Argentina tenga una meta de ahorro fiscal "más ambiciosa" que el buen saldo actual, de manera de mejorar la propuesta a los acreedores privados de la deuda. Durante los 60 minutos de reunión con Krueger, Lavagna también recibió cuestionamientos por la crisis energética. "Se realizó una evaluación completa sobre la marcha de la economía, contó un allegado al ministro. No obstante, los voceros del Palacio de Hacienda negaron que en el encuentro se hayan delineado las metas fiscales para los próximos años. Eso lo conversaremos más adelante, señaló un portavoz argentino.