La intervención federal a la septentrional provincia argentina de Santiago del Estero corrió el velo de un escenario escalofriante: la cobertura de vacunación contra la poliomielitis no llega a 60 por ciento de los niños, lo que no permite considerar erradicado el mal.
El médico Donato Spaccavento, interventor en el área de Salud de Santiago del Estero desde el 1 de abril, admitió a IPS que niñas y niños en esa provincia están en riesgo de contraer la poliomielitis, enfermedad que daña la médula y causa atrofias y parálisis y que puede prevenirse mediante la vacuna. Y no descartó el riesgo de un brote epidémico.
Spaccavento confirmó que de acuerdo a estadísticas del Ministerio de Salud provincial, más de 40 por ciento de los menores de seis años no tienen completa la cobertura obligatoria de inmunizaciones, y les falta la vacuna conocida como Sabin (contra la poliomielitis), entre otras.
Estamos hablando de un piso, creemos que hay subregistro de vacunaciones, agregó.
Antes de la intervención federal a los tres poderes provinciales iniciada este mes, las autoridades de Santiago alteraban la información que enviaban al Ministerio de Salud de la Nación para ocultar la baja cobertura de vacunación, pese a puntuales envíos de insumos para las aplicaciones y suministros, provenientes de la cartera federal, dijo Spaccavento.
El médico Enrique Smith, del Hospital de Niños de Santiago del Estero, dijo a IPS que desconocía cifras oficiales pero que en las estadísticas del hospital sobre niños internados se deduce que entre 30 y 40 por ciento no tiene completo el plan de vacunación.
Los porcentajes de inmunización en Santiago (del Estero) están muy lejos del mínimo que exige la Organización Mundial de la Salud (OMS) para considerar erradicada la enfermedad, sostuvo Smith, quien se desempeña además como pediatra en el Centro Médico del Niño de la provincia.
El gobierno nacional intervino Santiago del Estero el 1 de abril, con aval del Congreso legislativo y por 180 días, a raíz de graves denuncias contra la gobernadora Mercedes Aragonés y su esposo y ex gobernador, Carlos Juárez, quienes controlaron el poder en la provincia durante los últimos 50 años.
Juárez, Aragonés o dirigentes aliados (todos del gobernante Partido Justicialista) regían los destinos de la provincia, y se aseguraban el control de las elecciones mediante canje de favores, principalmente empleos públicos y viviendas.
Pero denuncias de homicidios, fraude, persecución y autoritarismo obligaron a Buenos Aires a intervenir. Juárez y Aragonés fueron arrestados el mismo 1 de abril.
El interventor, el secretario de Justicia del gobierno central Pablo Lanusse, dijo este viernes sentir disgusto y vergüenza por los datos fraudulentos en materia de desnutrición y mortalidad infantil, vacunación y muertes maternas de Santiago del Estero, donde viven más de 800.000 personas.
Juárez y Aragonés prohibían registrar como desnutridos a niños que padecían esa condición, 40 por ciento de los casos de los menores hospitalizados, según confirma ahora la intervención. En cuanto a mortalidad infantil, asciende a 24 por mil y no a 12,4 por mil como declaraban las autoridades destituidas.
Según la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Argentina, de 37 millones de habitantes, la cobertura de vacunación antipoliomielítica alcanza a 91 por ciento de la población infantil.
El director del Programa de Inmunización del Ministerio de Salud de la Nación, médico José Urrusuno, confirmó a IPS que el promedio del último registro está cerca de 90 por ciento.
No obstante, dijo, hay diferencias entre las provincias que pueden quedar ocultas en el promedio. Y por esa razón la meta es llegar a 90 por ciento en cada distrito en lugar de regirse por promedios.
De todos modos, pese a que no hay casos de polio desde hace 20 años en Argentina, no debemos bajar los brazos, porque en India y en varios países de Africa la enfermedad no está erradicada, sostuvo Urrusuno.
OMS y Unicef señalan que en América el porcentaje de cobertura de la inmunización antipoliomielítica es de 90 por ciento, y en Africa de 56 por ciento. Pero con los nuevos datos, Santiago del Estero está más cerca de Africa que de su región y hasta de su propio país.
Según Urrusuno, el Ministerio de Salud envía los insumos necesarios para la vacunación a todas las provincias, encargadas de suministrarlas.
A su vez, la OMS controla estos programas y recomienda a las autoridades nacionales supervisar y verificar que las dosis lleguen a los niños.
En el Ministerio de Salud (central) hay mecanismos de supervisión, pero los cambios en las jefaturas en el área de inmunización (por decisiones políticas) hacen que no haya estabilidad, y entonces se ve una discontinuidad en los esfuerzos de control, admitió el médico encargado nacional de vacunación.
Las razones de las graves omisiones en la vacunación de Santiago del Estero son irreproducibles y poco serias, dijo Spaccavento a IPS.
Los funcionarios sanitarios locales nos dicen que no les daban la orden de vacunar o que no podían decir nada sobre lo que ocurría, relató.
Hay subregistro generalizado de (casos de mal de) Chagas, de hepatitis, de vacunas. Ya no sabemos si ocultaban datos por orden de Juárez, o si le tenían tanto miedo que no se animaban a decirle la verdad, tan distinta a los buenos indicadores de los que la gobernación se jactaba, explicó el médico.
Acá (en Santiago del Estero) se mintió sistemáticamente en los últimos 50 años, pero yo creo que fue aun peor en los últimos 10, por el envejecimiento de Juárez -ahora de 82 años- y la mayor participación de su esposa (Aragonés). A partir de ahí el deterioro fue tan grande que hasta selló la suerte de ellos, dijo el médico Smith.
En materia de inmunizaciones, lo peor que se puede hacer es el rechazo a una niña o niño que va a vacunarse. Si la persona encargada de dar la vacuna no está en condiciones de saber a quién se debe vacunar y a quién no, hay una acción deletérea en vacunación, remarcó.
De hecho, la OMS recomienda en primer lugar controlar al personal encargado del mantenimiento, aplicación y control de las vacunas. Probablemente en Santiago se rechazaba a niños por ignorancia, sostuvo el médico.
Haría falta un sociólogo o un psicólogo social que explique la ceguera, la ignorancia y la incultura de las mujeres de la rama femenina del Partido Justicialista, que apoyaban a Aragonés (hasta el final), desconociendo los enormes riesgos a los que se expuso a los niños, incluidos sus propios hijos, señaló Smith.
La intervención en (el área de) Salud ni se imagina las sorpresas que aún se va a llevar, advirtió sin dar más explicaciones.
Para enmendar el desastre, a partir del 23 de abril se vacunará a todos los menores de seis años de la provincia que no tengan la certificación correspondiente, anunció Spaccavento. También se les medirá la talla y el peso para controlar su estado nutricional y se pondrá en marcha un plan sobre desnutrición.
Mientras, Juárez y Aragonés, una vez proclamados por el parlamento provincial ciudadanos protectores ilustres de la provincia en reconocimiento a su fecunda labor en aras del bien común, permanecen detenidos por homicidios y fraude, y son investigados por corrupción, clientelismo y persecución a opositores.
