Hay un motivo y dos ocasiones para que el pequeño y hasta ahora tranquilo Portugal sea blanco de atentados terroristas como el que sufrió el jueves España.
El motivo es el apoyo del conservador primer ministro portugués José Manuel Durao Barroso a la invasión de Iraq encabezada por Washington, anunciada en febrero de 2003 por el presidente estadounidense George W. Bush, el primer ministro británico Tony Blair y su par español José María Aznar en una base aérea del archipiélago atlántico portugués de Azores, con el gobernante de Portugal como anfitrión.
El compromiso de Lisboa con esa invasión se expresó, modestamente, con el envío de 130 soldados de la policía militarizada para integrarse a las fuerzas de ocupación de Iraq. Esto puede ser motivo suficiente para grupos terroristas islámicos como Al Qaeda (La Base), que ha expresado varias veces su decisión de castigar a todos los países que acudieron al llamado de Bush.
En cuanto a las ocasiones, Portugal presenta dos que darían gran repercusión mundial a un eventual atentado.
La primera de ellas, a fines de mayo, será la celebración en Lisboa de ”Rock in Río” uno de los espectáculos musicales que suelen reunir más público en el mundo. La segunda, que es la que más preocupa a las fuerzas de seguridad, es la Eurocopa-2004 de fútbol, del 12 de junio al 4 de julio.
Al certamen futbolístico acudirán las selecciones de 16 países europeos, que jugarán en 10 estadios de norte a sur del país. Entre ellas, las de Inglaterra, España e Italia, los países de Europa que, junto con Polonia, están más comprometidos con la ocupación de Iraq.
Los temores se refuerzan porque un presunto integrante de Al Qaeda llamó por teléfono el sábado al matutino portugués Correio da Manha y aseguró en correcto castellano que ”dos comandos que formaron parte del grupo del atentado de Madrid ya están en Portugal”, para realizar ”un ataque antes de los juegos de la Euro(copa).
El autor de la llamada avisó que en un contenedor de basura cerca del diario había depositado una bolsa cuyo contenido resultó ser una foto del líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden, dos ejemplares del Corán, uno en árabe y otro en castellano y una copia aparte del versículo 36 de ese libro sagrado musulmán, en árabe, con una introducción en urdu, el idioma más común en Pakistán.
El versículo 36, es ”un aviso a los infieles”, explicó el profesor Antonio Días Farinha, director del Instituto de Estudios Arabes e Islámicos de la Universidad de Lisboa.
El presidente Jorge Sampaio, que pocas veces interviene en debates públicos, recordó este lunes que el terrorismo es un flagelo internacional y ”una amenaza general sobre Europa”.
El país no es muy importante ”desde el punto de vista de los objetivos de los terroristas”, pero hay que ”sacar las necesarias conclusiones” del atentado del jueves en Madrid, que ”acentúan la necesidad que Portugal refuerce las medidas de prevención en los eventos que se aproximan”, alegó.
Será necesario lanzar ”un discreto alerta sobre aquello que preventivamente debe ser hecho”, opinó Sampaio.
Tras la masacre de Madrid y la amenaza transmitida al Correio da Manha, se reforzaron las estrictas medidas de seguridad establecidas para la Eurocopa 2004, admitieron expertos.
El general Leonel de Carvalho, responsable de la seguridad de la Eurocopa, el profesor Nuno Rugero, del Instituto de Altos Estudios Estratégicos y Rui Pereira, ex director del Servicio de Informaciones y Seguridad (SIS, la policía secreta portuguesa), coincidieron en un debate televisado en que lo principal para que el certamen se desarrolle en paz es el intercambio de informaciones de inteligencia entre los servicios de europeos y de Estados Unidos.
La lucha contra el terrorismo no es ”una guerra clásica”, por lo que ”hay que desarrollar una actividad de inteligencia y no de grandes movimientos policiales o militares”, sostuvo Pereira.
Rugero opinó que sería de escasa o nula eficacia reforzar los controles fronterizos, ”porque los terroristas viajan con pasaportes normales y no están en listas de personas buscadas”.
De Carvalho informó que se están ”reevaluando las medidas de protección en torno a la selección española”, pero que si otros países lo solicitan, sus peticiones también serán atendidas y que ”todos los equipos requieren de cuidados a nivel de escoltas de seguridad”.
El militar admitió también que durante los partidos, aviones de combate F-16 de la Fuerza Aérea Portuguesa sobrevolarán los estadios.
El domingo, Durao Barroso convocó al Gabinete Coordinador de Seguridad, formado por el ministro de Interior y los directores del SIS, de la Policía de Seguridad Publica, de la Guardia Nacional Republicana, de la Policía Judicial, del Servicio de Extranjeros y Fronteras y de la seguridad aérea y marítima.
”Aunque no existe en este momento ninguna amenaza creíble o concreta dirigida contra Portugal, fueron tomadas decisiones de refuerzo para la prevención y definidos mecanismos para mejorar la coordinación técnica y operativa entre todas las fuerzas de seguridad”, informó este lunes la agencia estatal Lusa, citando a un portavoz del gabinete de Durao Barroso.
Pese a las garantías dadas por el gobierno, la proliferación de noticias y análisis en las estaciones de radio y de televisión sobre las amenazas crea poco a poco alarma pública.
En la tarde de este lunes, el ministro de la presidencia del consejo (secretario general de gobierno) Nuno Morais Sarmento trató de tranquilizar personalmente a la opinión pública, sin recurrir a portavoces, y aseguró que el Poder Ejecutivo analizó ”con serenidad y responsabilidad” la amenaza recibida por el Correio da Manha.
El analista Augusto Vilela dijo a IPS que la única manera de garantizar que Portugal se mantenga como ”territorio libre de atentados terroristas, es seguir el ejemplo de (el líder socialista español) José Luis Rodríguez Zapatero”, ganador de las elecciones españolas del domingo.
”Uno de los primeros anuncios de Rodríguez Zapatero fue que recuperará la autonomía de la política exterior española, que ha sido totalmente obediente a Estados Unidos en Medio Oriente en general y en Iraq en particular. Si Lisboa continúa alineada ciegamente con Washington, un día la factura podrá ser muy pesada”, sostuvo.
En una encuesta relámpago realizada este lunes por el canal privado de televisión Sociedade Internacional de Comunicaçoes, 71 por ciento de los consultados opinaron que Portugal debería retirar sus policías militarizados de Iraq.
