MEDIO ORIENTE: EEUU se asegura la ruta de la seda

Dos senadores oficialistas de Estados Unidos y otro opositor advirtieron que la lucha contra el terrorismo deberá reforzarse con preferencias comerciales de Washington para Medio Oriente y Asia sudoriental.

El programa a estudio del Congreso legislativo incluye recompensas para los países que colaboren en la lucha internacional lanzado por el presidente George W. Bush contra la red islámica Al Qaeda, a la que se atribuyen los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

La iniciativa del senador John McCain, del gobernante Partido Republicano, y Max Baucus, del opositor Partido Demócrata, es un clásico ejemplo de cómo Estados Unidos ejerce su poder económico con fines militares y moldea ciertas regiones conforme a sus intereses.

El proyecto de la Ley de Compromiso Comercial con Medio Oriente, popularmente conocida como la ”Ley de la Ruta de la Seda”, se inspira en programas comerciales ya existentes en el Caribe, en la región andina y en Africa subsahariana.

Con esas iniciativas, Washington ha logrado una mayor influencia política en esas regiones y liberalizar los mercados.

Estos programas son la Ley de Oportunidad de Crecimiento para Africa, la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas, y la Iniciativa para la Cuenca del Caribe.

La propuesta para Medio Oriente, en discusión en el Senado, prevé que los países que cumplan con determinados requisitos, como economía de libre mercado y apoyo a la guerra contra el terror, podrán exportar a Estados Unidos ciertos productos libres de aranceles, que serán elegidos por Washington.

El presidente del Comité de Finanzas del Senado, el republicano Charles Grassley, se unió la semana pasada a McCain y a Baucus para pedirle al Congreso que acelere la aprobación del plan.

Los senadores sostienen que este programa complementará y adelantará la iniciativa de Washington de crear un área de libre comercio en Medio Oriente para 2013.

”Un programa de preferencias comerciales como el que el senador McCain y yo proponemos será una gran ayuda para los países de Medio Oriente ahora mismo, en el corto plazo”, afirmó Baucus.

Por su parte, McCain sostuvo la semana pasada en una audiencia ante el Comité que ”los mercados cerrados han contribuido a las tensiones políticas que acosan a muchos países árabes y musulmanes”, donde el desempleo afecta en promedio a 22 por ciento de la población económicamente activa

El senador republicano señaló que esta situación representa ”una obvia receta para el desastre”, y sostuvo que el programa de preferencias comerciales ayudará a incentivar una ”reforma política y social necesaria” en Medio Oriente.

Washington ya ha presionado a varios gobiernos de la región para que cambien algunos de sus textos escolares, vigilen a los grupos de oposición y a los periódicos que muestran sentimientos antiestadounidenses.

”Liberalizar el comercio con socios clave en Medio Oriente, Turquía y Asia sudoriental debe ser una prioridad estratégica de Estados Unidos”, señaló McCain, para quien el comercio debe estar directamente unido a la seguridad nacional y a los intereses políticos estadounidenses en esa parte del mundo.

Activistas africanos expresaron preocupación por las exigencias que están incluidas en estos planes de preferencias comerciales.

Además de la liberalización del mercado y de la reestructura del Estado, Washington también demanda que los países brinden apoyo de inteligencia y abran sus bases militares a sus tropas en el marco de la guerra internacional contra el terrorismo.

”Es casi como la segunda fase de una invasión. Ya conquistaron Afganistán e Iraq, y la próxima fase siempre es el mercado. Este es un proceso de colonización, que comenzó con la invasión, luego vino la ocupación, y ahora traen a las grandes corporaciones”, afirmó la activista Anuradha Mittal, de la organización no gubernamental estadounidense Firstfood.

Mittal señaló que Estados Unidos encuentra en Medio Oriente una de sus principales barreras para sus productos agrícolas. Los aranceles a la importación en esa región son de un promedio de 20 por ciento, y existen severas restricciones a las inversiones extranjeras.

Además, muchos de los países de la región, como Irán, Libia y Siria, mantienen desde hace muchos años un boicot económico contra Israel, aliado histórico de Washington.

Estados Unidos ya tiene acuerdos de libre comercio con Israel y con Jordania, y acaba de terminar las negociaciones de otro con Marruecos, que aún espera la ratificación del Congreso. Además, Washington está interesado en un convenio con Bahrein.

El subsecretario de Comercio, Grant Aldonas, dijo al Comité de Finanzas del Senado que, luego de Bahrein, Estados Unidos debería lograr un acuerdo comercial con Qatar, un país cuyo apoyo fue clave en el despliegue militar para la invasión a Iraq el año pasado.

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